¡Las reformas educativas invisten
asuntos políticos y económicos!
El
10 de diciembre del 2012 el Ejecutivo Federal ingresa al Congreso de la Unión
la iniciativa de la reforma del artículo tercero constitucional de los Estados
Unidos Mexicanos. De forma inmediata fue aprobada por la cámara de diputados y
senadores con modificaciones por la mayoría de los partidos políticos.
La
reforma del artículo tercero constitucional entre en vigor un día después de
haber sido publicada en el diario oficial de la federación, por qué tanta
premura en una reforma que afecta de
forma sustancial la propia Nación. La respuesta es sencilla, la reforma del
artículo en realidad no es una reforma educativa, sino una reforma laboral que
afecta de forma significativa la estabilidad laboral del magisterio.
La
reforma constitucional establece la creación de un servicio profesional docente
encargado de regular el ingreso, la promoción y la permanencia de los profesores.
El ingreso al servicio docente y la promoción a cargos con funciones de
dirección o de supervisión se llevarán a cabo mediante concursos de oposición
que garanticen la idoneidad de los conocimientos y capacidades que
correspondan.
La
ley reglamentaria de este artículo fijará los términos para el ingreso, la promoción,
el reconocimiento y la permanencia en el servicio. Es claro que el Estado va
acondicionar no sólo la contratación sino también la permanencia a la
incertidumbre laboral. A partir de esta reforma los docentes tendrán que ser
contratados de forma temporal, condicionando su empleo a una serie de criterios
empresariales y políticos.
La
reforma constitucional otorgara facultades diplomáticas al Instituto Nacional
para la evaluación de la Educación (INEE), para evaluar a todos elementos que
integran el sistema educativo nacional con exámenes estandarizados. Los cuales
van a seguir siendo un medio para denigrar al magisterio, ignorando las terribles
condiciones de explotación, pobreza, desempleo, inseguridad, corrupción,
impunidad y desigualdad social que padece la inmensa mayoría del pueblo
mexicano.
Es
una vil mentira, que con evaluaciones se tendrán que diseñar y realizar los
cambios en el sistema educativo, mientras que el papel del Sindicato Nacional
de Trabajadores de la Educación (SENTE), siga teniendo las facultades para
manejar la educación nacional, determinando los criterios para la promoción, la
fijación de plazas, salarios y cargos de una forma ilegal; lo cual no tiene
nada que ver con el mérito y la preparación profesional, seguiremos de mal
empeor.
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