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lunes, 29 de abril de 2013


La organización del trabajo en el aula.


 

Hoy día nos encontramos en un México totalmente democrático, equitativo, con igualdad social para todos, bueno, cuando menos ante la constitución política que debe de regir al hombre, pero sabemos de antemano que todo se corrompe cuando no sabemos manejar el poder, y eso es evidente a ojos de todos, como dice el refrán “el que nunca tuvo y llega a tener, hasta loco se quiere volver”, dichos populares que tienen semejanza con la realidad.

            O dicho de otra forma un poco más literata, “El dinero y el poder, solo potencializa nuestro yo”, lo cual no quiere decir que todo sea negativo, pues puede ayudarnos a mejorar, como en la educación, las reformas, actualizaciones y hasta las mismas críticas amarillistas nos pueden ayudar a crecer como profesionales.

            A lo largo de mi poca experiencia y corta vida me he dado cuenta de la importancia de imagen que representamos como docentes en una escuela, aun que en todos los contextos las personas tienen criterios distintos para etiquetarnos como bueno o malo, todo depende de un conjunto alienado de ideologías.

            Por lo que todo tiene un sentido y un orden, el cual estructura que se nos va dando a partir de varias normas y pautas a seguir como es el plan y programas de estudio, el cual en mi caso lo utilizo para ver desde el propósito, objetivos, aprendizajes esperados y tiempos en los que se espera que se lleve a cabo. De tal manera que utilizo “la planeación didáctica considera el uso adecuado del tiempo y de la distribución de las actividades que un docente debe realizar para que su trabajo se cumpla adecuadamente en objetivos o resultados de aprendizaje y, sobre todo, en la construcción de conocimientos de una asignatura, esfuerzo integrado por los propios estudiantes”[1].

            Que de cierta forma lleva consigo un conjunto de normas o reglamento, el cual tiene “Los principios implícitos en las “pedagogías administrativas” se contraponen a la noción de que los docentes deberían estar activamente involucrados en producir materiales de estudios apropiados a los contextos culturales y sociales en los que enseñan”[2], la cual influye en varios aspectos al momento de organizar los elementos e instrumentos en el salón de clases.

            Pues a mi punto de vista y la forma en la que actuó, es de forma jerárquica, iniciando por tomar lista, seguido de revisar tareas o hacer preguntas para tomar en cuenta el conocimiento previo, situación que hasta ahorita me ha ayudado a mantener cierta secuencia en mi planeación, aun que “Estas pedagogías pasan por alto los temas que hacen a la especificidad cultural, el juicio del docente y como las experiencias e historias del alumno se relacionan con el proceso del aprendizaje en sí.”[3], esto en caso de no hacer adaptaciones contextuales en las planeaciones, ya que todos aprenden de distintas formas.

            Aun que en lo personal, por tener una comodidad en clases no se hacen cambios, hasta que veo que la organización se fractura, lo que veía bien acomodado, o más bien lo que a mi punto de vista estaba bien dejo de serlo, como por ejemplo; que platiquen de temas fuera del tema, para mí indica que tengo que cambiarlos de lugar al igual que mis actividades y su ritmo, o que yo deje de pasar a explicar al frente del pizarrón haciendo que un alumno pase a explicar.

            Indiscutiblemente pensamos como mediar las actitudes y comportamientos de los alumnos con movimientos de tiempos, estrategias y métodos en la planeación, junto con cambios en las butacas, situación que sin querer pasa con nosotros influye limitándonos, pues “Los sistemas educativos de América Latina, orientados en el presente por la ideología neoliberal, han reducido al maestro al papel de un ejecutor de políticas que buscan la homogenización y la productividad educativas”[4],  todo apegado al plan y programas de estudios.

            Lo cual nos hace ver irrefutablemente como títeres por los reguladores como lo son las reformas y por otro lado está la otra cara de la moneda, donde de esta manera   “el maestro investigador  es uno que está en el presente, en la recuperación de su experiencia y de otras experiencias sociales que han sido vueltas invisibles”[5],  que es de donde debemos de partir para lograr nuestros cometidos.

            Ya que “El término organización escolar hace referencia tanto a una comunidad educativa, junto a las normas, procedimiento administrativo y sistema de control necesarios para su funcionamiento y que denominamos escuela, como a la disciplina académica (denominada "organización escolar") cuyo objeto de estudio son las escuelas.”[6], coexistiendo como parte fundamental en la educación.

            De tal forma y tomando en cuenta todo lo anterior, la organización en el aula es la regulación de actividades que realizan los distintos actores que intervienen en el proceso de enseñanza aprendizaje, como lo son, los alumnos, padres de familia, docentes y administrativos con el fin de cumplir los objetivos educativos. Lo cual tienen que tener una comunicación constante para que persista.

            En el aula de primero “B”, aparte de ser su profesor de ciencias I, soy  tutor lo cual fortalece la comunicación con los padres de familia, directo y alumnos, lo cual se lleva a cavo con el dialogo, llamadas de atención y reuniones para tomar acuerdos.

 

Stanley Aronowitz y Henry Giroux



[1] CAMACHO SEGURA, RICARDO, ¡Manos arriba!, el proceso de enseñanza-aprendizaje, Primera edición; México 2007, editorial ST. p.107
[2] S. ARONOWITZ-  H. GIROUX, la enseñanza y el rol del intelectual transformador.p.168
[3] Idem.p.168
[4] CALDERON LOPEZ VELARDE, JAMES (coordinador)(2012),investigación, formación y docencia. De de lo imaginario a las posibilidades del praxis. Zacatecas/UPN taberna libraría editores. p.42
[5] Idem.p.47
[6] http://es.wikipedia.org/wiki/Organizaci%C3%B3n_escolar(21-042013)

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