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lunes, 29 de abril de 2013


NOSOTROS LOS DOCENTES

 

Hace algunas décadas me encontraba como uno más de los alumnos de la secundaria Francisco García Salinas, no es por ser presuntuoso pero nunca tuve problemas de actitud de igual forma cabe mencionar que tampoco fui el más sobresaliente en los tres años que dure en cursar dicha institución, la misma en la que estoy trabajando actualmente, en los mismos salones, corredores, canchas deportiva y cívica, con la diferencia de que hoy me encuentro como profesor.

            En aquel tiempo los padres de familia o la comunidad escolar se dedicaba a dar el apoyo a la institución para bailables y sacar recursos económicos que ayudarían a mejorar la infraestructura de la escuela, obviamente se resistían al trabajo algunos cuantos, pero se lograban los objetivos marcados.

            Hoy en día ya no se da este tipo de actividades por distintas situaciones como; falta de tiempo, poco interés, flojera o por la diversidad de proyectos que se tienen por parte del gobierno para mejorar la calidad de la escuela, que a mi punto de vista nos hace un poco atenidos como padres de familia o profesores, ya que simplemente fijamos una cuota de cooperación y listo, todo resuelto, menos trabajo, pero también, menos compromiso a cuidar las cosas porque no sabemos el trabajo físico que cuesta obtener los nuevos beneficios.
 

            De antemano sabemos que T. García de la Cadena es una comunidad, que está conformada por varias rancherías que con el paso del tiempo han ido cambiando, desde la estructuras y materiales de sus casas, calles, forma de vivir y por lo tanto su forma de pensar, pues, es ilógico querer un cambio en nuestras vidas cuando siempre pensamos y hacemos las cosas de la misma forma.

            Algunas costumbres siguen conservándose pese al paso del tiempo, aunque se están perdiendo muchos valores, pues en antaño los padres de familia inculcábamos con más énfasis los valores en nuestros hijos educándolos con una disciplina fuerte, en cambio hoy está desapareciendo ese tipo de educación, pues se confunde con la formación que se debe de llevar a cabo en las escuelas. Hoy los padres de familia según mi poca experiencia y lo que he observado, dejan caer con todo el rigor la responsabilidad sobre los profesores, pues si el alumno tiene algún problema, el profesor es incompetente, no sirven para estar con los alumnos por que los echa a perder.

            Son ideologías que la sociedad ha convertido en utopías sobre el concepto de un buen profesor, ya que hace varios años se edificaba en los valores, la moral, disciplina, el cual utilizaba tanto la fuerza física como las estrategias para que el alumno pudiera entender o hacer caso en clases, mientras que hoy nosotros tenemos que cambiar por los nuevos requerimientos y algunos padres de familia lejos de felicitar nos critican por “…atentar contra los mitos sacralizados y ritualizados, convertidos en verdades y en comportamientos, y creído por los “normales”, es considerado como una irreverencia ”[1], y si no lo hacemos de igual forma nos marcan como conformistas o tradicionalistas. Todo a causa de los diversos medios de comunicación, y algunos tarados amarillistas que no saben la complejidad de la práctica docente.

            Los padres de familia en su mayoría no rebasan la edad de 40 años, son relativamente jóvenes, de los cuales 2 son profesionistas docentes y los 17 restantes tienen oficios  como agricultura, construcción, ganadería y algunos otros que se dan en la región.

Aun que cabe mencionar que mi trato con los padres de familia ha permitido que pueda distinguir entre la diferencia de educación y de formación, pues uno de los que tienen profesión a llegado de forma agresiva, prepotente y por demás pedante a reclamar a puerta de mi casa, hasta el punto de golpearme, teniendo puesto de director, a diferencia de los otros 18 padres de familia que no pasan de críticas y chismes de lavadero, pues la humildad e ideología que tienen los obliga de alguna forma a respetar.

Con lo anterior narrado, no digo que tenga la razón de lo correcto en la distinción de uno u otro, simplemente veo que ya tenemos tres puntos de vista sobre cómo se actúa en determinadas situaciones según, la práctica docente, lo impórtate de esta experiencia es; “reconceptualizarla sobre bases antagónicas a las que hegemonizan el actual modelo del “buen docente”[2], de tal manera que me beneficie o me perjudique, haciendo visible que estamos trabajando en la construcción del nuevo concepto.

No cabe duda que todo tiene su tiempo de dominio social, como por ejemplo la música de los 80`, donde la vestimenta marcaba un cambio, al igual que en el siglo XXI, en la actualidad se diversifican ideas, grupos y comportamientos, como se da con los padres de familia, críticos, impulsivos, y algunos pocos humildes lo cual hace ver tiempos difíciles ya que “la ideología alienante adquiere su significación y funcionalidad a partir de su experiencia histórica”[3], marcando indiscutiblemente lo que llamo un momento de conceptualización alienante, clave para definir la ideología que se va a presentar asía un profesor en este caso, digo porque todos somos de esa forma, observamos un momento y decidimos tener un punto de vista según nuestra percepción de bueno o malo, inteligente o incapaz… en fin, denotaciones que hacemos a causa de nuestra experiencia.

De esta forma son los padres de familia, miden comportamientos, actitudes y aptitudes visibles a simple vista. Todo esto dependiendo de la de una comunicación, conversaciones, ideologías que concuerden, socializando en pocas palabras, lo que permite que tengamos armonía en algún grupo ya que puede ser homogénea y heterogénea la ideología alienada, situación que divide a las personas con sus gustos e intereses.

Sin embargo, pese a tantas críticas por constructivas que sean, lo único que podemos hacer es tratar de mejorar y hacer nuestro trabajo lo mejor que podamos pues los padres de familia solamente hablan por influencia de los medios de comunicación ya que aprendemos viendo como “el estudiante aprende a ser estudiante, a ser el estudiante que la sociedad define caracteriza, de ahí  que el objetivo de la socialización sea lograr la asimilación de lo persistente”[4], son ideas alienadas que trascienden de los padres a los hijos de igual manera por eso la actitud de los padres la puede adquirir el hijo en comportamientos.

 


 

 

 




[1] CARRIZALES RETAMOZA, César, alienación y cambio en la práctica docente.p.145
[2] P.146
[3] p.147
[4] P.152

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