ALIENACIÓN Y CAMBIO EN LA PRÁCTICA
DOCENTE.
¿La alienación puede más que la
reflexión - acción?
En la actualidad la
sociedad cambia y se transforma a pasos
agigantados, demandando de nosotros los docentes mayor compromiso, por nuestra
labor centrada en la formación completa, armonica e integral de los estudiantes, que pasaran a ser los hombres
del mañana; se pide y exige que
respondamos de forma optima a todas esas exigencias que son retos para nosotros; son la meta a lograr con el trabajo constante
de todos y cada uno de los actores que
somos parte del sistema Educativo.
Estamos consientes de que
nuestro papel en la sociedad es determinante para mejorar, hacer crecer y
desarrollarse a los estudiantes como parte de una sociedad, capaces de
desenvolverse en un medio social de
vertiginosos cambios industriales y tecnológicos, a un que los propósitos de la
clase dominante se enfoquen a la adquisición
de mano
de obra barata y robotizada ( alienada).
Se exige a los docentes la capacidad de desempeñar múltiples tareas, adecuada para entenderse de
las demandas del sistema que cada día aumentan dígase preparación, formación y
desempeño (calidad y competencia). Pero todo ese ímpetu y entusiasmo del
docente por capacitarse y estar al día se ve afectado por su trayectoria
alienada que es parte determinante de su actuar, forma de vida, costumbres y
creencias. En ella “reside el poder, los valores y la lógica que se conservan
mientras reside en nosotros un saber raquítico” (Carrizales), empapado de
experiencia que consideramos la verdad indiscutible e incuestionable, que nos
hace percibir el comportamiento del estudiante,
valorarlo, clasificarlo y
jerarquizarlo sin tomar en cuenta su
experiencia que es lo que realmente debe interesar.
Como docentes durante el
trayecto de formación hemos sido
alienados y moldeados de una u otra forma de acuerdo a ciertos dogmas o
creencias, ya sea de corrientes conductistas o constructivistas que determinan y contribuyen al desarrollo de
nuestro trabajo (psicológico, didáctico
y pedagógico); tenemos tanta herencia que inconscientemente resalta al
momento de desarrollar nuestra práctica cotidiana en el aula e institución.
Cada persona que causa impacto en nosotros (como
nuestros maestros y padres, entre otros) nos deja una enseñanza buena o mala,
aunque estamos tan influenciados de las
creencia dominantes en la sociedad que no pensamos en el “saber y el hacer”
(Carrizales), pero así se ha manejado la
ideología hegemónica de poder históricamente preestablecida. Para evitar que
nos salgamos de esa línea que nos hace inclinarnos por lo preestablecido y
determinado ( simple y fácil), sin cuestionar si es bueno
o malo, confiable o no confiable, por mencionar algunos, es tanta la influencia
que con los alumnos se aplica desde que los estereotipamos por su
comportamiento o costumbres en la manera
de desenvolverse en la institución educativa; los vigilamos, orientamos y
evaluamos, con métodos que disfrazan lo que realmente se hace y que no permiten
ver ni reflejar quienes son, ni como son y mucho menos el verdadero
conocimiento que adquieren.
En la actualidad esos
modelos repetitivos y hegemónicos siguen
ahí como nubarrones tratando de que no se extinga su influencia,
por que de suceder así, encontraríamos lo ilógico en la lógica misma, lo impensable
en la cotidianidad, conociendo lo que se oculta con mitos y falsas creencias,
armonizando la socialización hacia el
deber con una formación crítica y
creativa de lo que sucede con los estudiante en su entorno mismo, mediante la
reflexión - acción como parte medular de
nuestro quehacer docente.
Bibliografía.
ALIENACIÓN Y CAMBIO EN LA PRÁCTICA DOCENTE.
CARRIZALES, Retamoza César
, Universidad Pedagogica de México.
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