UNIVERSIDAD
PEDAGÓGICA NACIONAL
UNIDAD
321, SEDE ZACATECAS, SUBSEDE TRINIDAD GARCÍA DE LA CADENA.
SEMESTRE
IV.
SEMINARIO: SUJETO,
INSTITUCIÓN Y PROCESOS EDUCATIVOS.
ASESOR:
MTRO. HUGO ÁVILA GÓMEZ.
MAESTRÍA
EN EDUCACIÓN
CON
CAMPO EN FORMACIÓN DOCENTE.
Una mirada hacia mi
formación y práctica docente.
¿Cuál es mi perfil
docente? ¿Cómo es mi práctica docente? ¿Por qué transformar la
vida escolar? ¿Cómo influye mi formación y mi práctica docente en
el trabajo diario para desarrollar la competencia comunicativa en mis
alumnos?
PRESENTA:
Macario
García Castro.
T.
GARCÍA DE LA CADENA, ZACATECAS.
JUNIO
9, 2013.
Una mirada hacia mi
formación y práctica docente.
¿Cuál es mi perfil
docente? ¿Cómo es mi práctica docente? ¿Por qué transformar la
vida escolar? ¿Cómo influye mi formación y mi práctica docente en
el trabajo diario para desarrollar la competencia comunicativa en mis
alumnos?
- ¿Cuál es mi perfil docente?
Risas, escuela y campo
son tres factores que han estado muy cerca de mi desde que tengo uso
de razón, mis excompañeros de la primaria, secundaria, nivel medio
superior y superior me recuerdan por mis carcajadas peculiares que
me distinguían de los demás; ingresé a la edad de cinco años a la
escuela primaria porque no quice permanecer en el jardín de niños,
toda mi vida como estudiante, desde la primaria hasta el nivel
superior, he estado combinando los libros con el trabajo de campo,
por las mañanas a la escuela y saliendo a darle de comer a las
vacas, a cortar pastura, a moler, a revisar cercos o buscar ganado
extraviado. Siempre en el campo y haciendo las tareas escolares.
Tal vez era muy duro para
mi separarme de mi madre cuando me llevó por primera vez al jardín
de niños, que no me pudo dejar en el plantel porque no paré de
llorar y no me solté de ella, un segundo intento al siguiente día y
logró dejarme en el jardín de niños, pero solo por un rato, a la
hora del recreo me escape junto con una prima y un vecino, ese fue mi
paso por preescolar.
Meses después ingresé a
la primaria como oyente, no fue fácil quedarme en dicha escuela,
pero sabía de alguna manera que debía estar ahí. Mi maestro de
primer grado, el maestro Manuel, era una persona que estimaba mucho,
era mi profe y yo me esmeraba en hacer las tareas encargadas, me
enojaba cuando no me salían los trabajos a la perfección (desde el
punto de vista de un niño de cinco años), yo necesitaba hacer mis
trabajos y hacerlos muy bien. Al final del ciclo escolar el director
de la escuela le dijo a mi padre que había pasado a segundo grado,
que finalmente me pudieron inscribir y que había cumplido los
requisitos para acceder a otro grado. Lo que más recuerdo de mi
maestro de pirmer grado es que lo quería, lo estimaba, pero no
entendía por qué cuando dos compañeros se peleaban tenía que
darle un otate (una especie de carrizo) al perdedor para que diera
tres azotes sobre las manos a cada uno de los compañeros del grupo,
si te movías eran tres por ambos lados y así podía aumentar un
castigo que no mereciamos.
Segundo y tercer grado
fueron para mi buenos años, tal vez los mejores de la escuela
primaria, la maestra Chuy era muy paciente, agradable y las cosas de
la escuela eran aún más fácil por su ayuda, por su presencia. Era
estricta, debiamos hacer los trabajos encargados y no dejarlos a
medias, pero no había golpes de por medio.
Cuarto grado fue un
cambio, el profe Sigi era un maestro nuevo, le gustaba jugar con
nosotros y nosotros lo seguiamos a donde el fuera, incluso mcuhas
veces caminabamos con él regreso a casa mientras platicabamos.
Siempre tuve miedo el primer día de clases, mi miedo a que me tocara
la maestra Hortencia, porque decían que era muy estricta y corajuda,
tiene un lunar en la cara que yo creía que era sangre acumulada de
los niños que chupaba; lo bueno era que no me había tocado como
maestra. Quinto grado fue tránquilo, a pesar de que los quebrados no
resultaron ser tn difíciles como decían mis primos, el profe Juan
era muy preguntón, preguntaba sobre mi familia, la de mis amigos, a
veces no encontraba el sentido de sus preguntas, pero era tranquilo.
Paso el quinto grado y el primer día de clases del último año en
la primaria me llevé un gran susto, el miedo me invadió, la maestra
Hortencia sería mi maestra durante todo el sexto grado; fue un
momento, un día de mucha tensión, pasaron los días y los meses,
ella si era estricta, regañona, pero no le chupaba la sangre a los
niños.
En la escuela secundaria
es diferente, los maestros están en el grupo solo por una hora y
cambian en seguida, no se puede establecer una gran relación con
algún maestro porque no están contigo todo el día, eso creo. Tuve
buenos maestros que me guiaron en mi trayecto en este nivel
educativo, otros no tanto, que solo querían quedar bien con unos
cuantos, a final de cuentas salimos bien librados.
Después de la secundaria
dejé un año sin estudiar porque, aunque me interesaba continuar mis
estudios, no creía que fuera bueno el servicio que ofrecía el
recien abierto Colegio de Bachilleres; el hecho de ir a clases por la
tarde, que los maestros trabajaran por la mañana en otro espacio y
el no tener un local propio, hacían que creyera que no tenía futuro
estudiar en esa institución. En ese año me dedique por completo a
ayudar a mi padre en las tareas del campo, al final del ciclo vino el
director del plantel a invitarme a cursar con ellos el nivel medio y
superior, no tenía otra alternativa, era mi única opción ante la
falta de recursos para tener otras alternativas para estudiar. Tuve
muy buenos maestros, me ayudaron a seguir formándome como persona,
pero al final de esta etapa ¿qué iba a hacer?, no tenía recursos
para poder continuar mi formación; terminé ese nivel educativo y me
quedé con las ganas de iniciar la carrera de medicina.
Meses después de
concluir el bachillerato cubrí dos interinatos en segundo grado de
primaria, eso fue el detonante para aceptar la invitación de mis
amigos a cursar la Licenciatura en Educación Primaria en la Escuela
Normal Rural “Gral. Matías Ramos Santos” de San Marcos, Loreto,
Zacatecas; de alguna manera me había gustado el trabajo docente y
ahora comenzaba una nueva etapa en mi formación.
Es muy interesante para
mi hacer un alto en este momento de mi vida profesional para recordar
y rescatar situaciones interesantes que han ocurrido a lo largo de
casi catorce años de servicio, de igual manera, el poder detectar
rasgos de mi formación antes de la escuela normal que están
presentes en mi práctica docentes actual. Parece sencillo poder
explicar en unas líneas un trabajo realizado, pero es complejo poder
explicar cómo ha sido nuestra formación, sin embargo, lo importante
en este trabajo es tratar de dar una panorámica, o algunos datos que
puedan explicar cómo ha sido nuestra formación antes de ingresar a
la escuela normal.
¿Soy un extraño
sociológico en mi lugar de origen?
Cursar el bachillerato
fue un detonante en nuestro interés por estudiar medicina o alguna
carrera que tuviera relación con este estudio, estuvimos tratando de
investigar sobre cómo acceder a dichos estudios buscando algún tipo
de beca que hiciera menos gravoso los gastos de éstos para la
familia. Sin ninguna orientación en el bachillerato sobre escuelas
que ofertaran algún tipo de becas y con el pleno conocimiento de que
sería un sacrificio enorme para la familia el intentar siquiera
ingresar a la universidad para estudiar medicina, nuestra mejor
opción sería esperar un poco para luego seguir el rumbo de muchos
jóvenes de entonces y de hoy, buscar mejores horizontes en la Unión
Americana.
Decidir un cambio en el
proyecto de vida respondió al improvisado trabajo como docente
interino en una escuela de nuestro lugar de origen. Además de la
invitación de dos amigos a la Escuela Normal Rural “Gral. Matías
Ramos Santos” quienes me explicaron que los alumnos de dicha
escuela contaban con una beca amplia para desarrollar los estudios.
Intentamos y solo yo accedí a dicha institución de diez que hicimos
el intento.
Para ese entonces todo
mundo me conocía por mi nombre, una persona común y corriente entre
la sociedad de mi pueblo. Una vez iniciados mis estudios en la
escuela normal la mayor parte del tiempo estaba fuera y solo
regresaba a casa en vacaciones o fechas especiales hasta antes de la
partida de mi familia hacia los Estados Unidos. Una vez egresado, en
nuestro primer centro de trabajo como profesional, era agradable que
la gente te llamara maestro, que te tomaran en cuenta en las
decisiones comunitarias o simplemente te pidieran un punto de vista.
Allá, en la comunidad donde laboraba era el profesor o maestro y, al
mismo tiempo, en mi terruño, seguía siendo Macario o Maco; los
familiares, los amigos de mis padres, los vecinos siempre me habían
llamado por mi nombre, era muy diferente el rol social que jugaba en
ambos lugares.
Después de varios años
de trabajo en la educación, frente a grupo o al frente de programas
como Escuelas de Calidad, Programas Compensatorios, etc., en la
región educativa de Tlaltenango, Zacatecas, algunas personas de mi
pueblo comenzaban a llamarme de manera distinta, ahora no era
Macario, era el profesor o maestro Macario. Una vez que regreso a mi
pueblo para integrarme a la administración municipal todo mundo me
llamaba profesor o maestro Macario; algunas personas de las
comunidades llegaron a pensar que no era originario de García de la
Cadena, pensaban que había venido de Guadalajara para apoyar en el
trabajo a esa administración. Me había convertido en el extraño
sociológico del que habla Lerena.
Pertenecer
a ese reducido grupo de personas que nos dedicamos a la docencia me
ha dado satisfaciones profesionales pero también considero que me ha
alejado de un grupo social. Cuando platico con personas que conozco
de toda la vida y de pronto ellos me llaman profesor o maestro siento
que instalan una enorme barrera entre ambos que impide desenvolverme
con la confianza que antes lo hacia al hablar con ellos. Sin embargo,
cuando hay la suficiente confianza me atrevo a decirles que soy el
Macario de siempre, el mismo que iba a ordeñar vacas y a encerrar
becerros con ellos, el que cortaba maíz y lo molía pastura para el
ganado, igual que ellos; le digo que mi trabajo se desarrolla en el
aula pero fuera soy el mismo de siempre.
No considero ser un
representante de la cultura urbana ni mucho menos pertenecer a una
microburguesía, sin embargo, tal vez nuestro mucho transitar por
diferentes lugares, estar en contacto como estudiante con personas de
diferentes lugares del estado, me hicieron modificar mi forma de
vida, aprender nuevas costumbres, tal vez es mi imaginación. Pero de
una cosa estoy seguro, para muchos no soy el mismo de antes, ni lo
seré, mi profesión me ha convertido en un extraño sociológico,
incluso para muchos de mi misma familia. Pero también nueva familia
va apareciendo cada ciclo escolar, estar a cargo de un grupo
significa para mi compromiso; me preocupan los problemas que tienen
los niños, trato de ayudarles cuando se requiere y veo que el afecto
en la escuela es un ingrediente especial que no aparece en planes y
programas de estudio.
¿Cómo se da la
vivencia escolar de la aplicación de políticas educativas
homogeneizadoras y uniformizadoras? ¿qué se pretende con ellas?
Después de la Revolución
Mexicana de 1910 se busca la homogeneización y uniformación de las
políticas educativas teniendo el control el gobierno federal. Se
pretendía en su inicio unificar una ideología en todo el país, es
decir, buscar ese elemento que diera solidez a los diferentes
reclamos y exigencias sociales de esa época. Construir la nación a
partir de políticas homogéneas en toda la república mexicana.
En la actualidad, desde
una perspectiva muy personal, consideramos que las políticas
educativas homogeneizadoras y uniformizadoras siguen respondiendo a
intereses particulares de las clases políticas que mantienen el
poder de nuestro país, que requieren de cierto perfil del ciudadano
que encaje en su modelo de nación, el que ellos requieren y
necesitan.
Las políticas
educativas actuales, aún no descentralizadas del todo dado que la
federación continua teniendo el control del sistema, funcionan en
una especie de cascada; desde nivel central se generan los programas
y proyectos educativos que se aplicarán en todo el territorio
mexicano; una vez elaborados, los representantes de la educación en
cada estado se encargan de llevar dichas ideas hacia sus terrenos
respectivos donde ahí se reproducirá el mandato a los coordinadores
regionales, jefe de sector, supervisores y directores y éstos a su
vez a los docentes frente a grupo. Pero la realidad no es así de
simple, la imagen central se distorsiona en cada escalón en el cual
se reproduce el mandato, cada sector interpreta los programas de
acuerdo a intereses. “El conflicto de intereses y argumentaciones
revela la emergencia de un nuevo actor en la estructura social del
México moderno: el maestro profesional.”1
Los docentes frente a
grupo cumplimos órdenes diversas sobre cómo desarrollar nuestro
trabajo, somos ejecutores y receptores, pero pocas veces, o mejor
dicho, nunca, se toman en cuenta nuestros puntos de vista para la
elaboración de planes y programas adecuados a los contextos en los
que trabajamos.
Considero que el
Programa Escuelas de Calidad y los Programas Compensatorios han
tratado de dar cierta libertad a los docentes para formular sus
propios proyectos escolares; partir desde las necesidades y
fortalezas propias de cada centro escolar, pero siempre existe ese
hilo negro que maneja y da rumbo a la educación en nuestro país.
He laborado en
diferentes centros de trabajo: unitarios, bidocentes y de
organización completa, y cada uno de esos centros escolares tienen
sus propias particularidades, su propio contexto social, y por lo
tanto, los resultados obtenidos académicamente son distintos en cada
uno de ellos.
Durante mi trabajo como
asesor técnico rural en la Supervisión Escolar No. 56 de educación
primaria, con cabecera en Téul de González Ortega, fui testigo de
los señalamientos del jefe de sector hacia aquellas escuelas que
obtenían bajos resultados académicos en la prueba Enlace, en dichas
críticas solo se pronuncian señalamientos desde lo cuantitativo, no
existe un análisis de la movilidad de los maestros en ciertas zonas
escolares, los contextos, las carencias de las comunidades, en fin,
se nos pone en competencia contra todo un universo de escuelas a
nivel nacional, tengamos o no dificultades laborales o desventajas
frente a escuelas con mejores situaciones; ENLACE es una prueba
estandarizada que pretende medir los alcances de la homogeneización
y uniformización de la educación en el país por encargo de la
OCDE.
Frente a tanta exigencia
de nuestras autoridades educativas en su afán de alcanzar los
objetivos que se plantean a nivel central el maestro común solo
tiene la alternativa de cumplir las órdenes de los superiores o
hacer todo lo que esta a su alcance por lograr que sus alumnos
adquieran herramientas que le sean útiles para su vida, con el
gobierno, sin el gobierno y a pesar del gobierno y sus políticas
educativas.
¿Es la
profesionalización docente una exigencia para lograr la calidad
educativa? o ¿es el Estado quien debe ofertar la calidad educativa
de manera integral?
La formación del
profesorado no corresponde únicamente a la etapa de formación
profesional, los profesores arrastramos una historia en nuestra
formación, historia que inicia en nuestra incursión en los primeros
centros escolares a los cuales asistimos desde pequeños, es decir,
en ocasiones reproducimos conductas o situaciones que vivimos como
estudiantes.
De esta manera, algunas
veces viene a mi mente el hecho de querer tener un grupo “ordenado”
a la usansa de más de treinta años, donde el grupo ordenado era el
que estaba bien sentado en su banca, casi sin moverse, el alumno que
leía bien no era el que comprendía, era el que se paraba derechito,
tomaba el libro de acuerdo a la indicación de lso maestros y
cambiaba de página tomando las hojas adecuadamente. Ahora, después
de tratar de entender la psicología del niño, entendemos que puede
estar tirado de panza haciendo sus actividades y es un alumno
ordenado, siempre y cuando no interfiera con el desarrollo de las
actividades de sus compañeros.
La
profesionalización del magisterio ciertamente es un aspecto que
influye en la calidad educativa, en el supuesto de que
mejor preparación del profesorado puede contribuir a elevar la
calidad de la educación, pero ¿es suficiente que los profesores
tomen la determinación de continuar preparándose para que se de la
calidad educativa? ¿necesita el Estado proveer los medios
indispensables para lograr el cambio en la calidad educativa?
La mayoría de las
veces, quienes nos dedicamos a la docencia, tenemos que enfrentarnos
a la realidad solo con nuestros conocimientos y los pocos materiales
didácticos que podamos conseguir dado que nuestras escuelas, en
pleno siglo XXI se encuentran con serías dificultades y carencias
que van desde la infraestructura hasta servicios básicos necesarios
para el funcionamiento decoroso de las instituciones educativas.
La calidad educativa se
puede describir desde varios ángulos, pero desde la pedagogía, se
puede relacionar “la calidad de la enseñanza con modelos de
comportamiento personal de los profesores e institucionales del
centro escolar, de acuerdo con los modelos pedagógicos que reflejan
supuestos filosóficos, psicológicos y pedagógicos diversos.”2
De acuerdo con Sacristán, la calidad de la educación puede medirse
con la satisfacción subjetiva que proporciona a sus usuarios y
especialmente en términos de satisfacción profesional de los
profesores y de los grupos sociales que reciben sus supuestos
beneficios.
Lo anterior lo podemos
ilustrar con nuestro trabajo realizado en la comunidad de La Mesa
Grande, Santa María de la Paz, Zacatecas; laborar en dicha comunidad
fue un reto personal, luchar por mejorar la calidad de la educación
vista desde la mirada de los usuarios, de su gente, de lo que se
requería desde la comunidad, no desde el escrutino cuantitativo de
jefes de sector o de región en relación a los resultados de
evaluación que exige el sistema. Aunque es una comunidad muy cercana
a la cabecera municipal y a otros poblados más grandes como Téul,
Tepechitlán y Tlaltenango, y pudieramos pensar que existen las
condiciones para desarrollar un buen trabajo docente, la realidad fue
distinta, alfabetizar alumnos que ya cursaban tercero o cuarto
grados, incluso algún alumno de quinto grado, fue uno de los
problemas que enfrentamos, sin contar con las diferentes carencias en
infraestructura, el bajo nivel educativo de los padres de familia y
las condiciones socioculturales tan limitadas del contexto
comunitario.
Nuestro trabajo fue
arduo en le sentido de lograr que los alumnos adquirieran
aprendizajes, que se apropiaran de herramientas útiles y necesarias,
aplicables en su contexto social, en su vida personal. Los resultados
fueron lentos y estamos conscientes que se requería más ciclos
escolares para poder nivelar los alumnos de ese tiempo, solo
trabajamos dos ciclos escolares y los frutos de hicieron presentes,
desde la óptica personal y de la sociedad de dicha comunidad. Para
las autoridades educativas solo importaba, y debe seguir
importándoles, los números que arrojan las mediciones
estandarizadas como la prueba ENLACE, sencillo era para ellos señalar
que la institución escolar continuaba por debajo de la media
nacional, pero no era importante observar que el nivel porcentual de
logros iba hacia arriba y estaba ya lejos de los logros obtenidos
antes de nuestra llegada a la institución.
“Los profesores deben
enfrentarse a una creciente diversidad de situaciones y de alumnos,
trabajando en instituciones homogeneizadoras, bajo modelos
metodológicos uniformizantes y educados ellos mismos en esas
condiciones, incluso durante el proceso de formación profesional
como docentes.”3 El
profesor comprometido con la niñez a su cargo busca las alternativas
para poder lograr los propósitos planteados, con la ayuda, sin la
ayuda y a pesar de la ayuda del sistema.
En nuestra opinión,
someternos de manera obligada a cursos y talleres no es una garantía
de mejora de la calidad de la educación; la mayoría de las veces
dichos cursos son estandarizados y son de poca utilidad para el
profesorado, lo interesante sería buscar la actualización y
profesionalización desde lo que el docente requiere, lo que requiere
el contexto social donde labora, después de un diagnóstico
particular de la situación laboral; por citar un ejemplo ¿de qué
sirvió tomar un curso de Enciclomedia si en algunos casos no había
energía eléctrica en las comunidades? ¿para qué dotar de este
tipo de equipos tecnológicos si no hay infraestructura eléctrica?
Es cuestión de tener congruencia.
Podemos citar otro
ejemplo, hace pocos años asistimos a un taller de la RIEB donde
preguntamos a la cordinadora ¿cómo podriamos trabajar la RIEB en
grupos multigrado? a lo que nos respondió que no hay nada claro y
preciso para trabajar la RIEB en este tipo de escuelas, ¿qué nos da
como mensaje esta respuesta? sencillo, cada gobierno da su propio
pincelazo a la educación del país, sin trazar proyectos a largo
plazo, transexenales, lo que pregonan en los medios es mera
publicidad, cuando la realidad, para el caso de quienes hemos
trabajado en grupos multigrado es buscar de acuerdo a nuestras
posibilidades, alternativas que nos ayuden en nuestro trabajo, medios
que no proporciona el Estado para poder brindar un mejor servicio, es
decir, ellos mismos entorpecen los procesos de enseñanza aprendizaje
y, por lo tanto, estancan la calidad de la educación, cuando
pretenden estandarizar planes y programas de estudios para todas las
escuelas del país por igual, y peor aún, cuando no existe un rumbo
a seguir, como por ejemplo en el caso de las escuelas multigrado de
acuerdo a la RIEB.
Los resultados
favorables se podrán generar de acuerdo a la profesionalización de
cada uno de nosotros, pero más que eso, al compromiso que cargamos a
cuestas por sacar adelante a nuestra niñez mexicana, aún en los
lugares más apartados, es decir, el maestro comprometido sacará
adelante a sus educandos con o sin el respaldo del sistema educativo.
Para concluir, podemos
decir que la profesionalización del magisterio es un elemento que
contribuye a elevar la calidad de la educación, pero cuando cada
maestro busca dicha profesionalización desde su iniciativa, desde lo
que cada quien observa como necesario para mejorar la práctica
educativa.
La imposición de cursos
estandarizados de actualización no es garantía de calidad educativa
puesto que cada centro escolar se desarrolla dentro de contextos
socioculturales muy particulares donde no podemos actuar de manera
similar como docentes.
El Estado, si tiene un
verdadero compromiso por elevar la calidad educativa, debe
proporcionar mínimamente los medios necesarios, llámese
infraestructura adecuada, medios didácticos, tecnologías de la
información y la comunicación aplicadas a la educación, etc., para
poder empatar ésto con los esfuerzos del personal docente de las
escuelas y lograr una calidad educativa desde la mirada de los
usuarios, desde la mirada y la utilidad de los aprendizajes que le
dará la niñez de nuestro país.
Del
gis y la pizarra a los pizarrones electrónicos y los
proyectores,
¿es el docente un
simple reproductor de ideas o puede generar por si mismo el cambio
educativo?
El trabajo docente ha
sido la vía por la cual el Estado a logrado intereses particulares
de élites a lo largo de la historia de los paises, en particular del
nuestro. De esta manera podemos hacer una revisión y verificar que
los propósitos educativos han respondido a una ideología propuesta
y necesaria para lograr los fines del Estado.
Nuestro trabajo en el
aula ha dependido de las ideas que especialistas configuran en planes
y programas de estudio; métodos de enseñanza diferentes que tenemos
que asimilar y ejecutar, órdenes de nuestros inmediatos superiores,
una reproducción de esquemas ajenos a nuestra realidad y muchas
veces contradictorios con nuestra concepción de la vida, con las
necesidades e inquietudes de nuestros alumnos.
Hace algunos años
formamos parte de un colegiado regional respecto al trabajo en aulas
multigrado, cada reunión era escuchar el mismo discurso del jefe de
sector, “el enfoque del español debe ser comunicativo y
funcional... los propósitos de la asignatura nos dicen..., las
estadísticas de los resultados de la Olimpiada del conocimiento y de
la Ruta de la Independencia arrojan resultados reprobatorios... todo
porque los docentes de nuestra región no comprenden lo que los
planes y programas nos dicen.” Todo
era (y sigue siendo) responsabilidad del maestro frente a grupo, este
ejemplo nos sirve para ilustrar la incapacidad de nuestros inmediatos
superiores para poder, junto con nosotros, encontrar alternativas de
solución a los problemas de enseñanza-aprendizaje en nuestras
escuelas. Pero más allá de esto, la incapacidad de éstos para
poder replantear situaciones acordes con nuestra realidad; queda
claro que el objetivo es reproducir lo establecido desde nivel
central, tenga o no sentido con los contextos de nuestro país.
Graciela
Messina nos dice que instalar la investigacion en la escuela o en la
educación no formal, no como un proyecto profesionalizante y
separado del resto, sino como una manera de estar en el mundo, de
hacer educación, de dejar de ser el maestro explicador, el traductor
de teorías ajenas, para devenir en el que acompaña y permite al
otro buscar. “La investigación es antes que nada una experiencia,
algo que nos pasa, nos cambia, nos penetra, nos recrea, así como la
lectura es una experiencia, la experiencia de la lectura, donde el
lector y el autor se entremezclan.”4
A esto me refiero cuando digo que lo importante es buscar formas para
que el alumno investigue, reflexione, critique, busque y encuentre
las respuestas a sus propias preguntas, con mi ayuda como un
orientador, al igual que yo en lo personal, sobre asuntos que nos
inquietan, que nos van a ser útiles en nuestra vida diaria, en el
contexto real; que no suceda como a mi en lo personal, me gustaba
mucho el cálculo diferencial e integral y era bueno en eso, pero
nunca supe como aplicar dichos conocimientos en mi vida, no hubo un
objetivo concreto.
Hablar
de reformas educativas es hablar de ideas desde escritorios de unos
cuantos, que la mayoría de las veces poco o nada tienen que ver con
el campo educativo, por ejemplo, ¿cómo pudo un médico ser
Secretarío de Educación a finales del sexenio calderonista? ¿por
qué los secretarios de educación estatales, en su mayoría, han
sido diferentes profesionistas como ingenieros, licenciados y no un
profesor? Considero que “los reformadores de la educación han
respondido a la crisis de la educación fundamentalmente ofreciendo
soluciones que pasan por alto el rol de los docentes para preparar a
los educandos para ser ciudadanos activos y críticos, o bien
proponen reformas que pasan por alto la inteligencia, la capacidad de
juzgar y la experiencia que los docentes puedan aportar en lo que se
refiere a esos temas.”5
Si la educación en
nuestro país esta tan deteriorada, según las autoridades, ¿por qué
los estudiantes de nuestro municipio que emigran hacia Estados Unidos
alcanzan buenos y excelentes resultados académicos? Hemos conocido
muchos casos de alumnos que alcanzan buenos resultados en matemáticas
en el país vecino del norte. El caso concreto de uno de mis hermanos
que llega a mediados de abril del 98 a la unión americana y se
integra a la escuela primaria, sin conocimiento del idioma inglés,
donde su maestro le planteó al grupo que resolviera un problema
matemático, mi hermano lo solucionó fácilmente, pero lo
interesante es que el docente le pidió que le explicara cómo había
logrado dicha respuesta ya que él no sabía como hacerlo de esa
manera. Por citar otro ejemplo, cuando mis familiares en edad escolar
visitan México traen consigo una carpeta de tareas, me ha llamado la
atención que dichas tareas, concretamente en Matemáticas, solo son
la resolución de operaciones, no existen problemas que pongan en
juego la decisión del alumno para aplicar tal o cual operación
aritmética, predomina pues la mecanización.
La
diferencia entre ese docente norteamericano cuya finalidad o
prioridad es la disciplina escolar adecuada y el trabajo de muchos
docentes mexicanos que trabajamos en condiciones adversas y muchas
veces con muy poco o nulo apoyo de otros agentes educativos es que
tratamos de lograr en nuestros alumnos el despertar de la
creatividad, hacer alumnos críticos y reflexivos ante situaciones
reales de su vida y para la resolución de problemas de la misma vida
cotidiana.
No podemos decir que
todo el magisterio trabajemos de esa manera, pero si puedo afirmar
que para muchos de nosotros, a pesar de las reformas educativas
impuestas donde no se nos toma en cuenta para articularlas, aunque la
infraestrutura escolar no sea la adecuada, aunque se quiera
implementar un objetivo común en todo el país como el uso las
TIC's y existan escuelas y comunidades que aún no cuentan con
energía eléctrica, etc., existiremos maestros que buscaremos la
manera de lograr que nuestros alumnos sean creativos, críticos y
reflexivos, luchando contra todo por el simple hecho de despertar
conciencias.
Cuando
los profesores “cuestionan críticamente los planes de estudio
vigentes en las escuelas, el “curriculm oculto”, la elaboración
de políticas a nivel local y estatal, la forma y contenido de los
libros de texto y las condiciones de trabajo de los docentes”6
podemos estar en la dirección de poder reorientar el trabajo hacia
concretar una sociedad crítica, creativa y no solamente ser
reproductores de lo que establece una élite de acuerdo a intereses
de esferas de poder, de lo que representamos de acuerdo a los
intereses económicos, políticos, ideológicos, etc.
La determinación de los
colegios de maestros en las instituciones escolares para debatir y
poner en tela de juicio estos temas y otros, el integrar a otros
agentes sociales en la búsqueda de soluciones, es el inicio para
demostrar ante la misma sociedad que los docentes no somos solo un
instrumento de reproducción para el logro de perfiles de egreso de
niveles educativos que buscan formar ciudadanos ideales y útiles
para una economía y estructura social que beneficie a unos cuantos.
En la actualidad y en
cualquier momento de la historia debemos ser críticos de las metas
que persiguen planes y programas de estudio. El maestro debe tener la
capacidad de reorientar su práctica hacia planos que permitan
continuar con la creatividad de los individuos, con la crítica y
reflexión en todo sentido para beneficio de la sociedad, de sus
alumnos.
¿Incentivos docentes
u obstáculos laborales?
La reformas vividas en mi
trayectoria profesional las considero como un aumento en la
burocracia del sistema educativo de nuestro estado; cada vez asfixian
a los docentes con trámites y cursos que no aterrizan en un cambio
verdadero en la calidad de la educación. En el 99, cuando me integré
al servicio, conté con una clave E3 dentro de los programas
compensatorios, el objetivo era que los maestros nos arraigaramos en
las comunidades donde prestabamos nuestro servicio e implementaramos
estrategias para abatir el rezago educativo, entre otras cosas; ante
lo difícil que resulta el trabajo multigrado una forma de abatir el
rezago (no la más adecuada) fue dividir el grupo en dos, primero,
segundo y tercer grado los atendía por las mañanas y cuarto, quinto
y sexto por las tardes. En el 2000, dicho incentivo a los maestros
cambió por REDES, haciendo categorías de escuelas y estableciendo
montos de acuerdo al tipo de organización de cada centro escolar, de
esta manera el monto más alto era para los docentes que trabajaban
en escuelas unitarias, en seguida estaba la categoría de escuelas
bidocentes y y tridocentes, luego las tetradocentes y pentadocentes,
y finalmente la categoría de quienes trabajaban en escuelas de
organización completa. Mismos encargos adminsitrativos para todas
las escuelas, incentivos diferenciados de acuerdo a la organización
de cada uno de los centros escolares.
El trabajo dentro de
este programa compensatorio ha tenido que ver asuntos relacionados
con el rezago escolar, fomento de la cultura y el deporte, etc.,
actualmente esta vigente el programa, cada día más atiborrado de
asuntos administrativos, envío de informes preestablecidos por la
instancia estatal, documentos que solo entorpecen el verdadero
trabajo frente a grupo. Los montos siguen siendo los mismos desde
hace aproximadamente 13 años, por su parte, aunque son convenios que
supuestamente se firman si hay consentimiento del docente, el gremio
magisterial continua trabajando bajo esta estructura porque la
situación socioeconómica lo amerita o porque si no se firma dicho
convenio habrá señalamientos de los inmediatos superiores hacia los
docentes; se ha visto como supervisores y jefes de sector inician una
“supervisión” más personalizada a los docentes que deciden no
participar en estos programas, solo a manera de fiscalizar y no
proponen alternativas para mejorar el trabajo en el aula.
En otro sentido, las
reformas educativas, respecto a lo verdaderamente pedagógico, no han
sido otra cosa más que cambio de nombres a programas, todos los
cambios se han orientado bajo la corriente constructivista; lo que
antes se llamaba enfoque funcional ahora es una competencia, en fin,
el mismo asunto, solo que los materiales que aporta la SEP son cada
vez de menor calidad en su contenido. En lo personal, he vivido
reformas y programas que no se han consolidado, por ejemplo, la
articulación de la enseñanza del Español a través de un material
de lectura del cual se derivaban actividades en un libro de
ejercicios, la renovación de los libros de texto estaba prevista
para todos los grados de educación primaria, sin embargo solo se dió
hasta el cuarto grado. En el gobierno de Fox que intentó digitalizar
los libros de texto a través de Enciclomedia, solo se logró en los
grados de quinto y sexto, y la gran inversión no cumplió su
objetivo inicial.
Ahora estamos frente a
una reforma administrativa, porque no es una reforma educativa,
porque no existe una reforma a los contenidos educativos que se deben
desarrollar en los centros escolares, no escucho en el discurso del
ejecutivo ni del secretario de educación nada relevante respecto a
investigaciones psicológicas, filosóficas o pedagógicas que
oferten novedades en el campo educativo y que por lo tanto se
presenten modificaciones en los planes y programas, en mi opinión,
los docentes tenemos mucho que abonar si se quiere hacer una reforma
educativa efectiva.
Nuestro centro escolar
pronto habrá de convertirse en nuestro verdadero hogar, no el
segundo hogar. Trabajar la jornada escolar dentro del Programa
Escuelas de Tiempo Completo, cumplir con cursos de actualización y
llevar a cabo las actividades del PATCM para intentar acceder a
nuevos incentivos laborales, realmente no deja tiempo para poder
realizar gran cosa fuera del ámbito educativo. “La sobrecarga es
característica en todos los aspectos de las vidas escolares de lso
docentes.”7
Los maestros somos los culpables del desastre educativo actual de
acuerdo con nuestras autoridades, pero ¿dónde esta la
responsabilidad de ellos respecto a proporcionar las condiciones
necesarias para poder desarrollar nuestro trabajo dignamente? Es en
primer lugar frustrante y luego risible que nos señalen y no vean
que los medios con los que contamos no corresponden a las escuelas de
comerciales de televisión que muestran el arranque de supuestos
programas educativos de vanguardia, nuestras condiciones laborables
son muy distintas, con muchas carencias y mucha exigencia
administrativa para traducirla en simples estadísticas de las
jefaturas regionales para señalar a los docentes sin tomar en cuenta
los contextos escolares, las carencias de los alumnos, de sus
familias y la ausencia del gobierno para poder mejorar las
condiciones de vida de los sectores más vulnerables.
Hace algunos años
comencé a estudiar el idioma inglés por interés propio, no por
imposición de algún curso de las autoridades educativas, terminé y
busqué la alternativa de poder trabajar en educación secundaria.
Para las autoridades no había validez en mis estudios realizados por
más de dos años, a pesar de que la escuela en donde realicé mis
estudios esta incorporada a la SEP. Con el paso del tiempo, cierto
día el Centro de Maestros, (instancia encargada de desarrollar y
coordinar cursos y/o trayectos formativos) me contactó para que
coordinara un curso de Inglés para maestros de primaria y
secundaria, acepté más por compromiso moral que por compromiso
laboral, curiosamente ahora si tenía validez mi estudio realizado.
Considero que no se
trata de imponer, se trata de que cada docente tenga el verdadero
compromiso de servir a nuestra niñez; la imposición de cursos o
programas de nada sirve si no hay compromiso de las autoridades, por
ejemplo, cuando ponen al frente de éstos a personas que no tienen el
perfil o que son totalmente ajenos al ambito educativo. Es triste ver
una reunión estatal donde los encargados de la implementación del
idioma Inglés (PNIEB) en las escuelas primarias de nuestro estado
los coodinadores no tengan la preparación suficiente para
desarrollar su trabajo, pero lo más importante, para lograr que se
cumpla el objetivo el programa, que la niñez zacatecana se beneficie
realmente en su formación integral. Lo anterior solo para ilustrar
la decadencia en que se encuentran las áreas académicas de la
SEDUZAC, antes Secretaría de Educación y Cultura.
Los docentes
comprometidos buscan alternativas para lograr aprendizajes en los
alumnos con las reformas educativas, sin las reformas educativas y a
pesar de las reformas educativas.
- ¿Cómo es mi práctica docente?
Trataré de hacer una
descripción de mi propia práctica docente. Considero que todo el
trayecto formativo, desde mis primeros años en la escuela primaria
hasta la actualidad, definen el tipo de maestro que soy actualmente.
El maestro que de vez en cuando quiere mantener a los alumnos en su
lugar, sin hacer ruido mientras hablo, que son reproducciones de mis
maestros cuando cursé la educación básica principalmente; en otras
ocasiones doy libertad para que los alumnos realicen sus actividades
de la manera que ellos se sientan cómodos, puede ser tirados en el
piso, sentados en su lugar, etc., pero lo que más trato de hacer es
dejar de darle importancia al cumplimiento estricto de los planes y
programas, ahora me enfoco a tratar de ayudar a mis alumnos a
desarrollar inquietudes que surgen en el tratamiento de los
contenidos establecidos y en situaciones de aprendizaje que ellos
plantean por interés propio, que para mi es lo fundamental.
La carga laboral propia
de la institución y la externa ocasiona presión sobre mi, pero he
decidido retomar, a pesar de las presiones, que el alumno es el
centro donde deben girar las actividades escolares, tal y como lo
señala el constructivismo. El trabajo a partir de la iniciativa del
alumno con la orientación adecuada del maestro, el acompañamiento
nuestro en su transitar por el aprendizaje es sumamente importante
para logra en los alumnos aprendizajes duraderos que les permita
desarollarse como sujetos cognoscentes.
Creo que mi práctica
docente no es diferente a la de los demás, solo hago lo que puedo y
esta a mi alcance, con los pocos recursos que existen en la
institución donde laboro y con aquellos que puedo conseguir de
manera externa. Tratar de lograr en el alumno el interés y la
indagación por ellos respecto a temas concretos es una de mis
principales metas.
Reconozco que tengo
deficiencias formativas, pero estoy consciente de poder superarlas
para bien de mis alumnos. Algo importante que he aprendido a lo largo
de mi trabajo profesional es que el afecto en la escuela es un
ingrediente especial para que los alumnos y alumnas puedan avanzar en
sus aprendizajes. Un alumno que trae problemas de su casa, donde es
maltratado, no tiene atención, etc., y llega a la escuela a tener
una extensión de lo que sucede en su casa ocasiona que opté por
buscar una salida falsa, un refugio fuera de la escuela; sin embargo,
me he dado cuenta que cuando detecto algún problema con mis alumnos,
lo platicamos y trato de separar esa problemática del ámbito
escolar he obtenido mayores resultados con los alumnos, es decir, su
actitud cambia y su su disposición al trabajo escolar también.
Reformas educativas,
disfraz de la alienación.
La práctica docente,
desde el punto de vista particular de cada uno de los que ejercemos
esta profesión, pudiera limitarse a las actividades que se realizan
en un espacio reducido, el aula y la escuela. Espacios donde cada uno
de los agentes desarrolla un rol específico, ser maestro o alumnos;
donde cada uno de los agentes educativos cumplen un rol asignado
desde el entorno político, desde las esferas de poder de cada país,
según corresponda. Cada maestro “innova” su práctica docente y
puede externarlo mediante la utilización de conceptos y expresiones
desde la psicología, la filosofía, la sociología, etc.
De tiempo en tiempo
surgen “cambios” que parecen responder a las necesidades y
expectativas concretas de tiempos determinados y precisos. Surge la
idea de renovar y todo gira en torno a esa idea, pero luego ya no
responden dichas expectativas y es necesario un nuevo cambio porque
se han presentado deficiencias en el sector educativo que deben
superarse.
En mi experiencia
profesional he sido parte de diferentes cambios en el campo
educativo; durante el primer año de servicio, a finales del 99 y en
el 2000, tuvimos que enfrentarnos al trabajo multigrado, tomando en
cuenta que no fuimos formados para el trabajo en dichas escuelas,
todo giró en el sentido de trabajo en escuelas de organización
completa. Así pues, buscamos todos los medios a nuestro alcance para
poder salir adelante y lograr los objetivos previstos en nuestra
labor docente en las comunidades rurales. Periódicamente se llevaban
a cabo reuniones colegiadas de la zona escolar en la que laborabamos;
la innovación eran guías y documentos que hablaban de “gestión
escolar”, trabajo colaborativo, etc., eran términos
descontextualizados (o al menos no les encontraba sentido en ese
momento) porque no permitían tener una visión clara sobre cómo
trabajar de mejor manera en el aula multigrado, algunas veces
podiamos percibir que los mismos coordinadores del curso no sabían
exactamente que era lo que estaban pregonando. De esta manera era
parte de un cambio educativo, de un cambio donde era un extraño,
donde el actuar o deber ser era totalmente diferente a lo que mi
realidad requería, lo que nuestros alumnos necesitaban para poder
abrirse paso en la vida.
Conforme fue pasando el
tiempo nuevos documentos tenían que ser revisados mediante la
asistencia a cursos, talleres, reuniones oficiales, etc., pero seguía
sin aterrizar el asunto, todo giraba en discursos y actividades que
poco o nada servían para fortalecer el trabajo multigrado. Los
cambios se han venido dando en cada sexenio, cada cambio de gobierno
federal implica una “reforma educativa”, sea al inicio o al final
de la administración, la idea, tal parece, es no dejar pasar el
momento sin dar un pincelazo particular de la administración en
turno en el campo educativo.
Resulta esencial
discutir que para muchos, o la gran mayoría de los individuos, es
conocido el papel que juega cada uno de los agentes educativos, sin
embargo esto dista enormemente de la realidad. Los docentes conocen
su trabajo personal, tal vez tenga idea del trabajo de algunos
colegas; podemos decir algo parecido de los alumnos, todos estudian o
van a la escuela a estudiar y así podemos emitir aseveraciones
respecto a cada uno de estos agentes. Existen ciertas etiquetas que
se otorgan a cada uno de estos agentes de manera infundada, como
decir que el trabajo del docente se cumple solo en un horario
específico, que un alumno es inteligente, que existen malos
maestros, que una escuela es buena, etc.
A lo largo de la
historia de la humanidad dicho propósito ha venido cambiando de
acuerdo a las políticas de los gobiernos en turno. Suele suceder que
aparezcan innovaciones en la didáctica, en las corrientes
psicológicas o pedagógicas, o bien, que el gobierno en turno
aplique sus propias políticas educativas como un simple pincelazo o
un sello específico para distinguirse de las políticas educativas
anteriores. De esta manera, para el docente comprometido con su
labor, el verdadero propósito de la educación debe girar en torno
al estudiante; en el sentido de entenderlo, comprenderlo y encausarlo
hacia planteamientos que
le signifiquen y
repercutan en su vida diaria.
La implementación de
proyectos escolares es, desde nuestra concepción, la idea de cambio
que trata de tomar en cuenta al docente, la comunidad escolar y su
contexto como punto de partida para la solución de problemas
educativos; idea muy diferente a la serie de cursos y programas que
se desprenden en cascada desde nivel central hacia la periferia.
Ninguna escuela es igual, el trabajo escolar es diferente de acuerdo
a los contextos en los que se desarrolla, por lo tanto no se puede
homogeneizar la educación.
Carrizales plantea las
siguientes preguntas ¿qué buscamos cambiar? ¿en qué consiste una
práctica educativa deficiente?
Consideramos, después
de estar inmersos en esta aventura de conocimiento, que el cambio que
realmente importa es el cambio impulsado desde nuestro propio actuar,
implica hacer una autorrevisión y autorreflexión de nuestra propia
práctica docente. Después de trece años de servicio y de ser
testigos de reformas educativas y puesta en marcha de diferentes
programas que buscan encontrar la solución a los problemas
educativos, cuando en realidad solo son cortinas de humo o, más
bien, pinceladas propias del gobierno en turno, nos damos cuenta que
somos el producto de un sin fin de prácticas educativas que
reproducimos en diferente medida en nuestra práctica diaria, agenas
a nuestra realidad, agenas a las exigencias de la sociedad en que
vivimos. Se requiere estar fuera de la alienación a la cual hemos
estado sometidos toda una vida.
La solución a los
problemas educativos y la falta de calidad en la educación puede
encontrarse más cerca de lo que creemos, no esta en los discursos de
dirigentes nacionales en el sector educativo, en la política en
general de nuestro país. Se encuentra en la modificación de ciertas
costumbres propias, en poner en tela de juicio todo lo que hemos
considerado como verdad absoluta y tocar fondo respecto al
autoanálisis de nuestra práctica docente.
Carrizales caracterizó
la ideología alienante como la concepción falsa, de clase,
hegemónica, residente en la experiencia; en donde se recrea a través
de sus manifestaciones cognoscitivas, valorativas y lógicas,
particularmente en las dos últimas.
Las sociedades actuales
estan en constante cambio, y ese cambio repercute en la educación
actual, de tal manera que como docentes debemos estar en constante
autocrítica de nuestra labor para poder cumplir con las demandas
sociales actuales, para lograr una verdadera transformación de
nuestro sistema educativo. En la medida del cumplimento de nuestro
compromiso social estamos demostrando a todos cuál es nuesta misión,
cual es el sentido de nuestro trabajo. Podemos ser simples
reproductores de planes y programas pero también podemos lograr que
nuestros alumnos sean críticos y autocríticos de lo que acontece en
la sociedad. La alienación social es una condición necesaria para
el poder; el poder de decisión y transformación se encuentra en
cada uno de nosotros.
A
continuación describo una actividad realizada con mis alumnos
enfocada en mi tema de investigación, el desarrollo de la
competencia comunicativa en alumnos de segundo grado.
¿Por qué debo pedir
la palabra? ¿Por qué es importante escuchar con atención a mis
compañeros? ¿Qué mensajes puedo transmitir a mis semejantes a
través de lo oral?
A raíz de una de muchas
necesidades que tenemos en nuestra escuela, comentando con mis
alumnos sobre posibles soluciones para poder adquirir un mueble para
colocar los libros del Rincón de Lecturas de una manera atractiva
para ellos, uno de los estudiantes comentó que sería bueno pedir
ayuda a las autoridades municipales. Pasó el tiempo y en los
primeros días del mes de marzo de 2013 resurgió el asunto.
El martes les dije a las
niñas y niños del grupo que necesitabamos hacer una carta entre
todos para presentarla ante el presidente municipal con el afán de
buscar la ayuda y adquirir el mueble que ocupabamos. Comencé
preguntando qué datos lleva una carta, cuál era el primero, Leslie
respondió que se necesitaba escribir la fecha y el lugar; les dije
que la carta la redactaría en el pizarrón con sus ideas y ellos
tendrían que copiar ésta en su cuaderno, solo intervendría cuando
ellos necesitaran mi ayuda, es decir, sería su secretario.
Comenzaron a expresar
sus ideas que fui plasmando en el pizarrón, muchos levantaban su
mano para poder hablar, otros corregían o mejoraban las ideas de sus
compañeros, finalmente el trabajo escrito concluyó. Pero ahora
¿quién sería el portavoz del grupo?
Les dije a los alumnos
que podría ir una comisión de estudiantes y tener una entrevista
con el presidente municipal, pero ellos se negaron, todos querían ir
a dicha entrevista. Una vez que les pregunté quién sería el
portavoz del grupo hubo cinco voluntarios; les indique que cada uno
de los voluntarios imaginaría que estaban frente al presidente
muncipal y le solicitaría, sin leer el escrito, el mueble en
cuestión, el resto del grupo escucharía con atención y observarían
quien de ellos emitía un mejor mensaje, al final fue Adán quien
mejor se expresó de acuerdo con el punto de vista de los niños y el
nuestro. Hablamos a Presidencia Muncipal para saber si nos podrían
atender a lo que nos respondieron que nos esperarían.
Nos dirijimos a la
Presidencia Municipal, los niños iban saludando a las personas que
se encontraban a nuestro paso. Llegamos a las oficinas y el
Secretario del Ayuntamiento recibió a los niños, ellos saludaban de
mano y decían buenos días, la oficina quedó llena; el Presidente
Municipal se escuchaba que también los saludaba, mientras el
Secretario del Ayuntamiento me indicaba que los recibirían en la
Sala de cabildos, en eso el presidente les dijo que si querían pasar
a su oficina y ellos respondieron que sí; una vez en la oficina Adán
comenzó a hablar a nombre de sus compañeros y de él mismo.
Para mi es un gran éxito
poder ver algunos frutos del trabajo que se realiza con los alumnos a
diario, observar la fluidez de Adán al exponer la petición, la
tranquilidad con la que se desenvolvió y la calidad del mensaje que
estaba emitiendo, son indicadores de que los alumnos de segundo grado
comienzan a comprender la importancia de escuchar a los demás con
atención, de respetar los turnos de participación y de emitir y
recibir mensajes.
Todos querían ir a
entrevistarse con el presidente municipal, algunos querían ser los
portavoces, pero solo uno tuvo la intervención a nombre de todos. No
es fácil hablar y emitir un mensaje cuando de antemano se sabe que
debe haber formalidad; para un niño de segundo grado hablar de esa
manera es un gran logro, para todos ellos fue un éxito dirigirse a
las autoridades municipales y poder ser escuchados porque el mensaje
de Adán era el mensaje de todo su grupo. Poco a poco van adquiriendo
una mejor competencia comunicativa.
- ¿Por qué transformar la vida escolar?
La
razón principal para cambiar y transformar la dinámica de trabajo
dentro del aula es que nuestros alumnos adquieran el conocimiento de
una mejor manera, que asimilen, adapten y generen nuevas estructuras
de conocimiento, no se trata de ser reproductores de contenidos o
situaciones que nosotros vivimos en nuestra infancia.
Hacer esa separación de
la forma de aprendizaje que vivimos y las formas actuales de los
procesos de enseñanza aprendizaje resulta difícil, incluso muchas
veces el constructivismo queda en el simple discurso porque se recita
la psicología del niño, sus etapas de desarrollo y simplemente en
las aulas seguimos reproduciendo viejas maneras de enseñanza, sobre
todo conductistas.
Lograr ambientes lúdicos
en el aula, que los alumnos manipulen material concreto, que apliquen
sus nuevos aprendizajes en situaciones reales de su vida, son algunas
de las estrategias que nos ayudan a formar alumnos críticos,
analíticos y reflexivos. Los aprendizajes deben ser estructuras que
permitan ampliar el conocimiento para poder acceder a nuevos
aprendizajes y por ende de nuevos conocimientos, similar a una
espiral.
De esta manera, en el
futuro, nuestros alumnos serán ciudadanos reflexivos, podrán tomar
decisiones pertinentes ante los retos que se les presenten, no serán
sujetos alienados que solo sigan indicaciones y que estén al
servicio del Estado, contribuirán al mejoramiento de nuestra
sociedad con decisiones propias.
Los
medios masivos de comunicación al servicio del Estado nos señalan a
diario como los responsables del fracaso escolar, de los resultados
negativos derivados de la aplicación de pruebas estandarizadas como
PISA y ENLACE, pero en nosotros como agentes dentro de la educación
radica el cambio; desde nuestras aulas podemos contrarrestar esa
campaña de desprestigio y despertar conciencias. “Sostenemos que
la interacción específica de la escuela es la relación
docente-alumno, y que en esa relación el poder pertenence al
docente.”8
De
acuerdo con Zeichner, ser maestro reflexivo implica mayor compromiso
y autocontrol, dado que se requiere destinar más tiempo para la
revisión de situaciones de aprendizaje de nuestros alumnos, cuestión
que también se dificulta ante la carga administrativa y los
compromisos laborales que surgen en nuestra escuela. Muchas veces
resulta más fácil seguir procesos o guías preestablecidas que
redireccionar el programa de estudio de acuerdo a intereses o a
inquietudes de los alumnos.
- ¿Cómo influye mi formación y mi práctica docente en el trabajo diario para desarrollar la competencia comunicativa en mis alumnos?
El trabajo del docente
debe girar en torno a los alumnos, a sus inquietudes y sus intereses;
considero que he logrado transitar aunque sea un poco desde mi
formación previa a la docencia que fue totalmente conductista, hacia
el profesional que se acerca a las ideas constructivistas, la
pedagogía operatoria, el psicoanálisis, la psicogenética, etc., y
ahora considero que cada vez mi práctica docente se orienta
precisamente hacia la práctica constructivista y no solo quedo en el
discurso.
Para mi, acciones como
la que presente anteriormente donde mis alumnos tienen la inquietud
de entrevistarse con el Presidente Municipal me permiten verificar
que ellos están desarrollando una competencia comunicativa, no se
quedan en el punto de solo ir a conocer ciertas oficinas, sino que
plantean un objetivo y buscan la manera de expresar sus inquietudes
para lograr dicho objetivo ¿podía imaginarme a mi mismo en la edad
de ellos entrevistando a las autoridades? Por supuesto que no, era
incluso impensable.
En la semana pasada,
platicaba con el supervisor escolar y mencionaba que el Jefe de
Sector veía con entusiasmo la visita de mi grupo escolar a la Zona
Arqueológica “Cerro del Téul”, preguntó cuál era la finalidad
de la visita a lo que el supervisor contestó que era cerrar un
proyecto sobre la diversidad cultural y lingüística, actividad que
surgió desde los alumnos; el supervisor también le comentó que a
ver si no se les ocurría a mis alumnos saber cómo era la Luna
porque no quería imaginarse lo que harían.
Para mi es muy
importante que mis estudiantes desarrollen sus habilidades y
conocimientos en base a sus inquietudes, sus intereses, trato de ser
un acompañante en su proceso de aprendizaje. No se trata de tener un
grupo que mecaniza y reproduce indicaciones, se trata de lograr que
los alumnos se expresen realmente desde lo que piensan y sienten. “Se
precisan maestros que se preocupen y sepan cómo enseñar su tema.
Pero el punto es que la habilidad para comunicar, el arte de explicar
y esclarecer, la capacidad de responder y orientar la percepción del
alumno, son cosas que sólo pueden desarrollarse en contextos
especiales.”9
Observar que alumnos de
segundo grado piden la palabra levantando su mano, respetando los
turnos de participación y que plantean preguntas respecto a un tema
específico, por ejemplo Amairani quien preguntó a los arqueólogos
“¿cómo saben cuántos años tienen de muertos esos esqueletos?,
me permite percatarme que los alumnos están desarrollando en buenos
términos su competencia comunicativa.
A manera de conclusión
puedo decir que nuestro trabajo no es fácil, que no somos el tipo de
maestros que los medios masivos de comunicación presentan ante la
sociedad para señalarnos como el principal problema en el ámbito
educativo, somos uno de los agentes que participan en la educación,
no los responsables de todo el fracaso. Podemos arrastrar situaciones
vividas durante nuestra formación, incluso antes de la formación
profesional en la escuela normal, pero con la convicción de poder
transformar nuestro ambiente escolar podemos lograr que nuestros
alumnos no sean una generación más de alienados a los intereses de
unos cuantos.
En nuestras manos se
encuentra el poder de dar un cambio en la educación de nuestro país,
comenzando en nuestra aula, siendo constantes y preparándonos cada
día de acuerdo a las necesidades que detectemos en nuestra práctica
docente. Los cursos de formación continua para docentes en servicio
pocas veces cumplen con su objetivo, puesto que no se empatan con la
realidad de nuestras escuela, con las necesidades de nuestros
alumnos.
Los logros de mis
alumnos son mis logros, me permiten verificar que estoy modificando
mis estilos de enseñanza en beneficio de la niñez. Se que si todos
comenzamos a tomar las riendas de nuestro trabajo en lugar de esperar
siempre las indicaciones sobre lo que debemos hacer podemos
transformar no solo nuestro trabajo en el aula, podemos transformar
nuestro país.
BIBLIOGRAFÍA.
- ARONOWITZ Stanley y Giroux Henry. “La enseñanza y el rol del intelectual transformador.” En Maestros. Formación, práctica y transformación escolar. Miño y Dávila Editores S.R.L. Buenos Aires, Argentina. 1998.
- BARROW Robin. “Formación de Maestros: Teoría y práctica” En Maestros. Formación, práctica y transformación escolar. Miño y Dávila Editores S.R.L. Buenos Aires, Argentina. 1998.
- BATALLAN Graciela, García J. Fernando. “La Especificidad del Trabajo Docente y La transformació Escolar” en Maestros. Formación, práctica y transformación escolar. Miño y Dávila Editores S.R.L. Buenos Aires, Argentina, 1998.
- CARRIZALES Retamoza, César. “Alieación y cambio en la práctica docente” Universidad Pedagógica de México.
- MESSINA, Graciela, en CALDERON LOPEZ VELARDE, Jaime (coordinador)(2012). Investigación, formación y docencia. De los imaginario a las posibilidades de praxis. Zacatecas/UPN/Taberna Libraria Editores.
- POPKEWITZ Thomas S, Lind Kathryn. “Incentivos docentes como reformas: Trabajo docente y cambio de los mecanismos de control en educación.” En Maestros. Formación, práctica y transformación escolar. Miño y Dávila Editores S.R.L. Buenos Aires, Argentina. 1998.
- SACRISTAN, J. Gimeno. “Profesionalización docente y cambio educativo.” En Maestros. Formación, práctica y transformación escolar. Miño y Dávila Editores S.R.L. Buenos Aires, Argentina. 1998.
- TENTI Fanfani, Emilio. “El oficio del maestro: contradicciones iniciales”, en Maestros. Formación, práctica y transformación escolar. Miño y Dávila editores S.R.L. Buenos Aires, Argentina. 1998.
1TENTI
Fanfani, Emilio. “El oficio del maestro: contradicciones
iniciales”, en
Maestros. Formación, práctica y transformación escolar. Miño y
Dávila editores S.R.L. Buenos Aires, Argentina. 1998. p.103.
2SACRISTAN,
J. Gimeno. “Profesionalización docente y cambio educativo.”
En Maestros. Formación, práctica y transformación escolar. Miño
y Dávila Editores S.R.L. Buenos Aires, Argentina.1998. p. 115.
3Idem.
p. 118.
4MESSINA,
Graciela, CALDERON LOPEZ VELARDE, Jame (coordinador)(2012).
Investigación, formación y docencia, de los imaginarios a las
posibilidades de praxis. Zacatecas/UPN taberna libraría. p.
3
5ARONOWITZ
Stanley y Giroux Henry. “La enseñanza y el rol del
intelectual transformador.”
En Maestros. Formación, práctica y transformación escolar. Miño
y Dávila Editores S.R.L. Buenos Aires, Argentina. 1998. p. 161
6Idem.
p. 183
7POPKEWITZ
Thomas S, Lind Kathryn. “Incentivos docentes como reformas:
Trabajo docente y cambio de los mecanismos de control en
educación.” En
Maestros. Formación, práctica y transformación escolar. Miño y
Dávila Editores S.R.L. Buenos Aires, Argentina. 1998. p. 193.
8BATALLAN
Graciela, García J. Fernando. “La Especificidad del Trabajo
Docente y La transformació Escolar”
en Maestros. Formación, práctica y transformación escolar. Miño
y Dávila Editores S.R.L. Buenos Aires, Argentina, 1998. p. 222
9BARROW
Robin.
“Formación
de Maestros: Teoría y práctica”
En Maestros. Formación, práctica y transformación escolar. Miño
y Dávila Editores S.R.L. Buenos Aires, Argentina. 1998. p. 305
Profesor Macario:
ResponderEliminarHe leído con placer su texto. Parte de su experiencia personal de una manera honda y sincera. Escribe a partir de preguntas. En su texto hay lugar para los otros, los otros que lo formaron y los otros que ahora acompaña.
En su relato va abriendo lugar para dialogar con otros autores, otras experiencias. Otros modos de ver y juzgar el mundo educativo que enriquecen su perspectiva.
Aborda diversas dimensiones de la realidad educativa y de su formación docente. Experiencias que han marcado su personalidad y sus búsquedas.
Bien porque parte de preguntas. Con las preguntas se abre la imaginación, el horizonte de búsqueda y el deseo de aprender y de comprender.
Un texto bien argumentado, con una estructura lógica, reflexionando sobre sí mismo y sobre los aspectos que le preocupan.
En este trabajo noto dos aspectos en los que falta profundizar y sobre los que seguramente va a trabajar a fondo en su tesis:
1) La descripción y análisis de su práctica docente. A este tema le dedica poca atención en su escrito.
2) Las alternativas a la problemática analizada. Finaliza con propuestas que se ubican en el nivel personal de acción docente. ¿Qué otras posibilidades de formación docente existen? ¿De qué otras formas se puede comprender y mejorar la realidad escolar? ¿Qué horizonte de futuro existe para el trabajo educativo de constitución de sujetos en los centros escolares?
Felicidades.
Hugo Ávila Gómez
Gracias maestro!!!
ResponderEliminarCreo que es tiempo de retomar la investigación.
Saludos!!!