Mi justificación…
Nosotros como docentes en el
aula hacemos categorías, según los comportamientos que adoptan los alumnos, qué
sí pone atención, hace sus trabajos, es respetuoso y se encuentra con actitudes
favorables, pero nunca me había puesto a pensar sobre la importancia que tiene
la perspectiva de los alumnos hacia nosotros, ya que ellos también nos
catalogan, o nos miden como se dice entre profesores.
Las indicaciones de nuestros jefes inmediatos como de los
más altos rangos encausan a un docente para seguir mejorando, y apoyo las
propuestas de actualización, pues si exigimos como docentes que los alumnos
estudien y realicen todas las actividades podemos predicar con el ejemplo, aun
que sea año con año, ya que es lo que se hace desde que iniciamos al
magisterio.
En lo personal estoy viendo que los problemas que se dan
en el aula son a causa de sus intereses y mal información de los alumnos, que
su principal fuente de información proviene de la televisión, anteriormente
realice varias encuestas para ver los intereses de los alumnos y poder
diagnosticar, siendo los ganadores los aparatos de comunicación informáticos y
videojuegos, que es por lo que nosotros los docentes debemos de actuar ¡Ya! ,
pues en el mejor de los casos debemos de actuar como; “transformador del
mundo”, a partir de nuestra práctica y reflexión, lo cual implica
cuestionarnos.
Situación que inicie a poner en práctica, a partir de un
comentario que fue clave pues Estaban sucediendo cosas fuera del orden de en
cuanto a intereses y gustos, y no me refiero a las telenovelas o juegos, sino a
la importancia que los alumnos de mi grupo de primero “B” le daban a la biología,
para esto voy a narrar lo que estaba sucediendo;
“…
todo iba muy bien, llegue al salón, saludé, tomé lista, revisé tareas y les
daba importancia a los alumnos, preguntando sobre su día, de pronto en una de mis clases me encontraba
revisando unas actividades a los alumnos, pasando por sus lugares, cuando de
pronto escuche a lo cercas, para ser más exacto, escuche a una jovencita que se
encontraba en la segunda butaca, de adelante para atrás, en la fila delante de
mi escritorio diciendo;
“Aa: Ay no… me caí re gorda esta materia me
aburro, mejor me duermo…
De
pronto me di la vuelta inmediatamente y deje de revisar para ir a cuestionar su
expresión…
Mo:
¿Qué paso jovencita todo bien?, ¿le puedo explicar algo de la actividad?
Aa:
No profe es que, la verdad es que no me gusta la biología…
Mo: ¡mmmm! Ya veo, entonces ¿qué actividades
propone?... para que no se aburra o duerma.
Aa:
no profe, no quise decir eso, si están bien sus actividades y como nos enseña,
lo que no me gusta es la biología.
Mo:
¿si no le gusta la biología, entonces que le gusta?
Aa:
Las matemáticas…. Me encantan.
Mo:
muy bien, si son interesantes….
Me
di la vuelta y seguí revisando….”[1]
Para
ser honesto, llegaron a mí una serie de sentimientos al instante de escuchar
“me gustan las matemáticas… y la biología no”, me dejo anonadado, patidifuso,
sorprendido, admirado, estupefacto, etcétera, todo lo que se refiera a sin
habla, en mi pequeña trayectoria no
había escuchado eso de un alumno de secundaria, esto me sirvió para iniciar una
búsqueda, que primero fue por asombro después fue por orgullo y en estos es
para superación como docente.
Lo cual me hace ver la importancia de tomar en cuenta el
siguiente fragmento de Graciela Messina; “la pregunta fundamental es para qué
estamos buscando ser y que otros sean maestros investigadores. Algunas respuestas
exploratorias serian; con el objeto de simplemente investigar; haciendo
estudios rápidos; para mejorar la práctica docente; para la producción
colectiva de conocimientos; para la elaboración de relatos que contribuyan a la
construcción de una identidad; para la creación de un nuevo orden cultural y político
basado en la igualdad y el respeto a la diferencia.”[2]
Todo tiene una razón
de ser, en el aula es de vital
importancia, primero entender un proceso y después tratar de modificarlo para
mejorar los propósitos de nuestra clase y no solamente para investigar, donde
de manera personal le damos realce a una reestructuración de lo que interviene
en el aula tratando de saber el porqué, todo es a partir de nuestras
inquietudes y características del contexto escolar local en el que nos
encontramos, ya que:
“el maestro
investigador adopta la escritura como un ejercicio de construcción de la
subjetividad, como un proceso que regresa sobre el sujeto. El maestro
investigador puede ser aquel que escribe no para reportar, para hablar de algo
que esta fuera, sino que expresa y construye su mismidad como algo en
movimiento.”[3], con esto no digo que soy
un maestro investigador, solo que estoy expresando mis inquietudes para
analizar y tratar de dar respuestas a preguntas como; ¿Qué es lo que hace que
la biología sea atractiva para los alumnos?
Algo que quizás no
tenga importancia para muchos y sea banal, pero en mí, representa un paradigma,
que si no me hacen competente como docente me encuentro en el proceso por convicción
propia, pues “… las competencias remiten a la incorporación de saberes y producción
de disposiciones para actuar sobre uno mismo y asumir la dirección de las
relaciones en las que estamos siendo, es decir, la autogestión” [4],
todo con la intención de solucionar a una problemática dentro de mi clase,
utilizando mis conocimientos y reflexionado.
En estos trabajos la
coherencia tiene un gran papel pues no es justificante que yo, por simple ego
este buscando respuestas para ver cómo es posible que no les gusten las matemáticas,
es por lo que se me hace importante dar a conocer una vez más la, pregunta
fundamental para la construcción de mi proyecto; ¿con las estrategias apropiadas se podrá incentivar al alumno para que
participe en el proceso de enseñanza-aprendizaje construyendo un aprendizaje
significativo en ciencias I?, Y por lo tanto el agrado, gusto e interés por
la asignatura.
A partir de lo que estuve
cuestionándome y de una problematización real se “Deben relacionar los datos
pertinentes de manera tal que funcionen como un programa autopropulsado de
investigación capaz de generar preguntas sistemáticas pasibles de recibir
respuestas sistemáticas, en suma, producir un sistema coherente de relaciones
que pueda ser planteado como tal a los demás.”[5] Doy un giro enorme
de ir buscando por senderos empíricos a utilizar métodos como la investigación cualitativa.
En fin, es necesario
crear en nosotros la necesidad de buscar la verdad de los problemas que se dan
en clases para mejorar nuestro desempeño como docentes y desarrollar
competencia en los alumnos.
[1]
Autorregisto. (9-11-12)
[2]
CALDERON LOPEZ VELARDE, Jame (coordinador)(2012). Investigación, formación y
docencia, de los imaginarios a las posibilidades de praxis. Zacatecas/UPN
taberna libraría editores.p.46
[3]
Idem.p.47
[4]
JIMENEZ LOZANO, María de la luz.p.80
[5]
BOURDIEU, Pierre y Löic Wacquant, (2005). Una invitación a la sociología
reflexiva. Buenos Aires, Siglo XXI Ed. P.11
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