ALINEACIÓN
Y CAMBIO EN LA PRÁCTICA DOCENTE.
CÉSAR CARRIZALES
RETAMOZA.
UNIVERSIDAD
PEDAGÓGICA DE MÉXICO.
EL
PROCESO ALIENANTE DEL PROFESOR.
El
proceso alienante inicia desde la misma familia, donde los padres de familia
van educando a sus hijos con la misma forma de pensar de ellos. Esto quiere
decir, que los hijos deben de actuar y
reflexionar las cosas de una forma semejante a los tutores, ya que si no lo
hacen será discriminado y en muchas ocasiones maltratado por la propia familia.
Así
mismo, cuando tiene la edad para ingresar a la escuela primaria va retomando
patrones de conductas ya sean buenas o malas según las formas de pensar y
actuar del individuó. De la misma manera el docente aprende a ser docente no en
los libros, sino en un proceso alienante que se inició seguramente en el mismo
momento que conoció a su primer profesor, en ese momento comenzó a percibir el
ideal hegemónico de maestro, y ya en su práctica como tal continúa formándose a
través de la experiencia que obtiene de los demás docentes.
El
ideal hegemónico no sólo se convierte en práctica real, sino que sirve también
de vigilante para detectar si la experiencia está orientándose adecuadamente,
permite darse cuenta de si se está experimentando y comportando conforme al
ideal.
Los
valores y las normas son aceptados como hegemónicos al delimitar el hacer y el
pensar, ocultando la posibilidad de pensar y hacer distintos, por lo que puede
afirmarse que la socialización consiste pues en enseñar a experimentar y a no
experimentar, a comportarse y a no comportarse.
Lo
normal sería experimentar y comportarse como lo hacen los demás, de ahí que
experimentar y comportarse de manera distinta es incurrir en lo oculto, es
decir, en lo negado por los normales, quienes lo califican de anormal.
Así
pues, la función docente alienada se caracteriza por negar la existencia de
pensar y hacer distintos, para ello se requiere orientar al estudiante por el
camino de la certeza y la seguridad, garantizando al educando que su
experiencia y su comportamiento son los correctos, le da la seguridad de que no
piensa en un pensar distinto.
Sin
embargo, nos han orientado y educado para ver lo simple, por eso no vemos lo
complejo y lo oculto de las cosas. Debemos reflexionar y desarrollar un
pensamiento crítico de lo hacemos y de lo que hacen los demás, para tratar de
no cometer los mismos errores día con día. Se trata pues de ir mejorando como
personas en la mayoría de las actividades que emprendemos y no caer en la cotidianeidad
de realizar las cosas de forma mecánica y
tradicional.
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