¿Es la profesionalización docente
una exigencia para lograr la calidad educativa? o ¿es el Estado
quien debe ofertar la calidad educativa de manera integral?
La formación del profesorado no
corresponde únicamente a la etapa de formación profesional, los
profesores arrastramos una historia en nuestra formación, historia
que inicia en nuestra incursión en los primeros centros escolares a
los cuales asistimos desde pequeños, es decir, en ocasiones
reproducimos conductas o situaciones que vivimos como estudiantes.
La profesionalización del magisterio
ciertamente es un aspecto que influye en la calidad educativa, en el
supuesto de que mejor preparación del profesorado puede contribuir a
elevar la calidad de la educación, pero ¿es suficiente que los
profesores tomen la determinación de continuar preparándose para
que se de la calidad educativa? ¿necesita el Estado proveer los
medios indispensables para lograr el cambio en la calidad educativa?
La mayoría de las veces, quienes nos
dedicamos a la docencia, tenemos que enfrentarnos a la realidad solo
con nuestros conocimientos y los pocos materiales didácticos que
podamos conseguir dado que nuestras escuelas, en pleno siglo XXI se
encuentran con serías dificultades y carencias que van desde la
infraestructura hasta servicios básicos necesarios para el
funcionamiento decoroso de las instituciones educativas.
La calidad educativa se puede
describir desde varios ángulos, pero desde la pedagogía, se puede
relacionar “la calidad de la enseñanza con modelos de
comportamiento personal de los profesores e institucionales del
centro escolar, de acuerdo con los modelos pedagógicos que reflejan
supuestos filosóficos, psicológicos y pedagógicos diversos.”1
De acuerdo con Sacristán, la calidad de la educación puede medirse
con la satisfacción subjetiva que proporciona a sus usuarios y
especialmente en términos de satisfacción profesional de los
profesores y de los grupos sociales que reciben sus supuestos
beneficios.
Lo anterior lo podemos ilustrar con
nuestro trabajo realizado en la comunidad de La Mesa Grande, Santa
María de la Paz, Zacatecas; laborar en dicha comunidad fue un reto
personal, luchar por mejorar la calidad de la educación vista desde
la mirada de los usuarios, de su gente, de lo que se requería desde
la comunidad, no desde el escrutino cuantitativo de jefes de sector o
de región en relación a los resultados de evaluación que exige el
sistema. Aunque es una comunidad muy cercana a la cabecera municipal
y a otros poblados más grandes como Teul, Tepechitlan y Tlaltenango,
y pudieramos pensar que existen las condiciones para desarrollar un
buen trabajo docente, la realidad fue distinta, alfabetizar alumnos
que ya cursaban tercero o cuarto grados, incluso algún alumno de
quinto grado, fue uno de los problemas que enfrentamos, sin contar
con las diferentes carencias en infraestructura. Nuestro trabajo fue
arduo en le sentido de lograr que los alumnos adquirieran
aprendizajes, que se apropiaran de herramientas útiles y necesarias,
aplicables en su contexto social, en su vida personal. Los resultados
fueron lentos y estamos conscientes que se requería más ciclos
escolares para poder nivelar los alumnos de ese tiempo, solo
trabajamos dos ciclos escolares y los frutos de hicieron presentes,
desde la óptica personal y de la sociedad de dicha comunidad. Para
las autoridades educativas solo importaba, y debe seguir
importándoles, los números que arrojan las mediciones
estandarizadas como la prueba ENLACE, sencillo era para ellos señalar
que la institución escolar continuaba por debajo de la media
nacional, pero no era importante observar que el nivel porcentual de
logros iba hacia arriba y estaba ya lejos de los logros obtenidos
antes de nuestra llegada a la institución.
El profesor comprometido con la niñez
a su cargo busca las alternativas para poder lograr los propósitos
planteados, con la ayuda, sin la ayuda y a pesar de la ayuda del
sistema. En nuestra opinión, someternos de manera obligada a cursos
y talleres no es una garantía de mejora de la calidad de la
educación; la mayoría de las veces dichos cursos son estandarizados
y son de poca utilidad para el profesorado, lo interesante sería
buscar la actualización y profesionalización desde lo que el
docente requiere, lo que requiere el contexto social donde labora,
después de un diagnóstico particular de la situación laboral.
Asistimos a un taller de la RIEB
donde preguntamos a la cordinadora ¿cómo podriamos trabajar la RIEB
en grupos multigrado? a lo que nos respondió que no hay nada claro y
preciso para trabajar la RIEB en este tipo de escuelas, ¿qué nos da
como mensaje esta respuesta? Sencillo, cada gobierno da su propio
pincelazo a la educación del país, sin trazar proyectos a largo
plazo, transexenales, lo que pregonan en los medios es mera
publicidad, cuando la realidad, para el caso de quienes hemos
trabajado en grupos multigrado es buscar de acuerdo a nuestras
posibilidades, alternativas que nos ayuden en nuestro trabajo, medios
que no proporciona el Estado para poder brindar un mejor servicio, es
decir, ellos mismos entorpecen los procesos de enseñanza aprendizaje
y, por lo tanto, estancan la calidad de la educación, cuando
pretenden estandarizar planes y programas de estudios para todas las
escuelas del país por igual, y peor aún, cuando no existe un rumbo
a seguir, como por ejemplo en el caso de las escuelas multigrado de
acuerdo a la RIEB. Los resultados favorables se podrán generar de
acuerdo a la profesionalización de cada uno de nosotros, pero más
que eso, al compromiso que cargamos a cuestas por sacar adelante a
nuestra niñez mexicana, aún en los lugares más apartados, es
decir, el maestro comprometido sacará adelante a sus educandos con o
sin el respaldo del sistema educativo.
Para concluir, podemos decir que la
profesionalización del magisterio es un elemento que contribuye a
elevar la calidad de la educación, pero cuando cada maestro busca
dicha profesionalización desde su inciativa, desde lo que cada quien
observa como necesario para mejorar la práctica educativa.
La imposición de cursos
estandarizados de actualización no es garantía de calidad educativa
puesto que cada centro escolar se desarrolla dentro de contextos
socioculturales muy particulares donde no podemos actuar de manera
similar como docentes.
El Estado, si tiene un verdadero
compromiso por elevar la calidad educativa, debe proporcionar
mínimamente los medios necesarios, llámese infraestructura
adecuada, medios didácticos, tecnologías de la información y la
comunicación aplicadas a la educación, etc., para poder empatar
ésto con los esfuerzos del personal docente de las escuelas y lograr
una calidad educativa desde la mirada de los usuarios, desde la
mirada y la utilidad de los aprendizajes que le dará la niñez de
nuestro país.
BIBLIOGRAFÍA.
- SACRISTAN, J. Gimeno. “Profesionalización docente y cambio educativo.” En Maestros. Formación, práctica y transformación escolar. Miño y Dávila Editores S.R.L. Buenos Aires, Argentina. 1998.
1SACRISTAN,
J. Gimeno. “Profesionalización docente y cambio educativo.”
En Maestros. Formación, práctica y transformación escolar. Miño
y Dávila Editores S.R.L. Buenos Aires, Argentina.1998. p. 115.
Profesor Macario:
ResponderEliminarUsted afirma que ante las ausencias del estado mexicano, a los profesores nos queda la opción de buscar la profesionalización en su iniciativa y trabajo individual. Con ello deja en claro que no es suficiente el apoyo institucional que se recibe en las escuelas de parte de las autoridades educativas. Y también deja constancia de la responsabilidad personal de cada docente en el cambio educativo. Lo cual es cierto.
Pero es necesario matizar un poco su reflexión. ¿Cómo se da en el espacio escolar la vivencia escolar de las políticas educativas que pretenden la uniformidad de prácticas y modos de actuación del profesorado? El sello de la homogenización del comportamiento docente es el individualismo y la cooperación artificial.
Por eso, cuando usted afirma que es responsabilidad personal el cambio educativo, es necesario redondear esta afirmación para discutir la dicotomía responsabilidad personal-trabajo cooperativo, tarea personal-tarea institucional. Asunto que usted aborda un poco al final de su trabajo.
Saludos cordiales.
Hugo Ávila Gómez