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viernes, 1 de marzo de 2013

Políticas educativas homogéneas y uniformes.

¿Cómo se da la vivencia escolar de la aplicación de políticas educativas homogeneizadoras y uniformizadoras? ¿qué se pretende con ellas?

Después de la Revolución Mexicana de 1910 se busca la homogeneización y uniformación de las políticas educativas teniendo el control el gobierno federal. Se pretendía en su inicio unificar una ideología en todo el país, es decir, buscar ese elemento que diera solidez a los diferentes reclamos y exigencias sociales de esa época. Construir la nación a partir de políticas homogéneas en toda la república mexicana.

En la actualidad, desde una perspectiva muy personal, consideramos que las políticas educativas homogeneizadoras y uniformizadoras siguen respondiendo a intereses particulares de las clases políticas que mantienen el poder de nuestro país, que requieren de cierto perfil del ciudadano que encaje en su modelo de nación, el que ellos requieren y necesitan.

Las políticas educativas actuales, aún no descentralizadas del todo dado que la federación continua teniendo el control del sistema, funcionan en una especie de cascada; desde nivel central se generan los programas y proyectos educativos que se aplicarán en todo el territorio mexicano; una vez elaborados, los representantes de la educación en cada estado se encargan de llevar dichas ideas hacia sus terrenos respectivos donde ahí se reproducirá el mandato a los coordinadores regionales, jefe de sector, supervisores y directores y éstos a su vez a los docentes frente a grupo. Pero la realidad no es así de simple, la imagen central se distorsiona en cada escalón en el cual se reproduce el mandato, cada sector interpreta los programas de acuerdo a intereses.

Los docentes frente a grupo cumplimos órdenes diversas sobre cómo desarrollar nuestro trabajo, somos ejecutores y receptores, pero pocas veces, o mejor dicho, nunca, se toman en cuenta nuestros puntos de vista para la elaboración de estrategias que favorezcan los procesos de enseñanza en nuestros centros escolares.

Consideramos que el Programa Escuelas de Calidad y los Programas Compensatorios han tratado de dar cierta libertad a los docentes para formular sus propios proyectos escolares; partir desde las necesidades y fortalezas propias de cada centro escolar, pero siempre existe ese hilo negro que maneja y da rumbo a la educación en nuestro país.

Hemos laborado en diferentes centros de trabajo: unitarios, bidocentes y de organización completa, y cada uno de esos centros escolares tienen sus propias particularidades, su propio contexto social, y por lo tanto, los resultados obtenidos académicamente son distintos en cada uno de ellos.

Durante nuestro trabajo como asesor técnico rural en la Supervisión Escolar No. 56 de educación primaria, con cabecera en Teul de González Ortega, fuimos testigos de los señalamientos del jefe de sector hacia aquellas escuelas que obtenían bajos resultados académicos en la prueba Enlace, en dichas críticas solo se pronuncian señalamientos desde lo cuantitativo, no existe un análisis de la movilidad de los maestros en ciertas zonas escolares, los contextos, las carencias de las comunidades, en fin, se nos pone en competencia contra todo un universo de escuelas a nivel nacional, tengamos o no dificultades laborales o desventajas frente a escuelas con mejores situaciones, es, en fin, una prueba estandarizada que pretende medir los alcances de la homogeneización y uniformización de la educación en el país.

Frente a tanta exigencia de nuestras autoridades educativas en su afán de alcanzar los objetivos que se plantean a nivel central el maestro común solo tiene la alternativa de cumplir las órdenes de los superiores o hacer todo lo que esta a su alcance por lograr que sus alumnos adquieran herramientas que le sean útiles para su vida, con el gobierno, sin el gobierno y a pesar del gobierno y sus políticas educativas.

TENTI Fanfani, Emilio. “El oficio del maestro: contradicciones inciales”, en Maestros. Formación, práctica y transformación escolar. Miño y Dávila editores S.R.L. Buenos Aires, Argentina. 1998.

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