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miércoles, 6 de marzo de 2013

CARACTERISTICAS DE UNA EDUCACIÓN ALIENADA


ALIENACIÓN Y CAMBIO EN LA PRÁCTICA DOCENTE

César Carrizales Retamoza

Características de una educación alienada

 

“La pedagogía debe orientarse hacia la transformación de aquellas estructuras valorativas, afectivas y lógicas que hegemonizan la experiencia alienada y orientan el seudocomportamiento”[1].

 

 

Hablar de educación es entrar en la polémica, en la controversia, es casi similar a hablar de política o religión; esto ya que hay tantos temas y asuntos que se pueden platicar que en más de alguno podemos no salir de acuerdo. De repente se nos exigen tanto a los docentes que nos sentimos como indefensos y culpables de todo y hasta podríamos causar un poco de lastima. Sin embargo de repente también se nos ataca y se nos señala que debemos de cambiar nuestras formas de pensar puesto que estamos impartiendo una educación alienada.

Carrizales Retamoza nos habla ampliamente de la educación alienada, el señala y de forma particular estoy de acuerdo en que “La educación alienada comunica él es, muestra que las cosas son, no pone en duda si lo que es y lo que las cosas son pueden estar sustentadas en mitos; pues de descubrirlo se produciría la duda de lo simple, es decir, la negación del mito”[2]. Esto es lo contrario de vivir en la pregunta y siempre tratando de investigar temas y asuntos que como docentes nos preocupan pues estamos conscientes que merman nuestra práctica docente.

 

Si siempre aceptamos como normal y  verdadero todo, podemos caer en la rutina, en la cotidianidad, en el aburrimiento, en pocas palabras en el mundo ideal y perfecto, donde no pasa nada y si pasa todo es animador y alentador. Sin lugar a dudas para los docentes puede parecer muy cómodas este tipo de prácticas, pero no se trata de vivir en la comodidad, debemos ser responsables de nuestra labor que realizamos, no podemos quedarnos en la mediocridad, los niños y los padres de familia quieren de nosotros algo mucho mejor. En pocas palabras educación de calidad que satisfaga sus necesidades para poder vivir mejor en una sociedad cada vez más tecnificada y exigente.

 

“Así pues, la función docente alienada se caracteriza por negar la existencia de pensar y hacer distintos; para ello requiere orientar al estudiante por el camino de la certeza y la seguridad. Enseñar en la certeza y seguridad garantiza al estudiante que su experiencia y su comportamiento son los correctos, le da la seguridad de que no piensa en un pensar distinto”[3]. Como que esto suena contrario a lo que los programas de estudio siempre nos han señalado, en la cual nos expresan la necesidad de dar libertad a nuestros alumnos para que investiguen, para que se hagan preguntas de todo lo que sucede a su alrededor, en pocas palabras que formemos niños críticos, analíticos y reflexivos que cuestionen el porqué de las cosas con el objetivo de encontrar siempre una explicación científica.

 

El propósito de que los alumnos tengan el gusto y el placer por la lectura es precisamente ese, evitar que el alumno siempre sienta que está en la certeza y seguridad, sintiendo lo mismo que el profesor alienado, que no pasa nada, que todo es correcto  y no amerita la duda, el cuestionamiento, la investigación, la búsqueda de información en las distintas fuentes. Me imagino un alumno con las características antes descritas y sinceramente me da tristeza y se me viene a la mente aquel alumno el cual agarramos diariamente puños de conocimientos e información y a la fuerza tratamos de metérselos en su pequeño cerebro. Esto se ha demostrado una y otra vez no sirve de nada, hoy en día más que nunca necesitamos que nuestros alumnos construyan sus saberes, de forma personal, con ayuda de compañeros y con la orientación y ayuda del docente; que sean niños imaginativos, creativos, llenos de ingenio y sabiduría, con las cuatro competencias básicas bien desarrolladas (hablar, escuchar, leer y escribir). Sin dejar a un lado los valores que lo hagan más humano y no sólo piense en él, sino en sus semejantes, para luchar por siempre tener una vida mejor él y en sí el mundo que lo rodea.

 

 

 

BIBLIOGRAFIA

 

Carrizales Retamoza César, Alienación y cambio en la práctica docente (1998), en: ALLIAUD, Andrea, y DUSCHATZKY, Laura, Maestros. Formación, práctica y transformación escolar, Buenos Aires: Niño y Dávila Editores-Universidad de Buenos Aires, pp. 145-159

 

 



[1] Carrizales Retamoza César, Alienación y cambio en la práctica docente (1998), en: ALLIAUD, Andrea, y DUSCHATZKY, Laura, Maestros. Formación, práctica y transformación escolar, Buenos Aires: Niño y Dávila Editores-Universidad de Buenos Aires, p. 151
[2]  ídem, p. 154
 
[3] Ídem, p. 153

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