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martes, 18 de junio de 2013


No es lo mismo que hace dos años…

 

Cuando llegué a mi hermoso pueblo T. García de la Cadena, en Agosto 2011, traería cambios que me exigirían cambios de actitudes y de cierta forma me condicionaría para mejorar o definitivamente para dar una caída más, ante la sociedad, pero esta vez, seria en mi pueblo, el peor de los jueces y de exageradas demandas a con sus hijos pródigos.

Dicho cambio de lugar de trabajo ayudo a tomar una decisión que me pondría a prueba, en García de la Cadena había una convocatoria para la primer una primer Maestría, para lo cual, únicamente se pedía de requisito, inscribirse, hacer un examen y obviamente tener grado de licenciatura, no importa cual fuera su perfil, entonces decidí inscribirme.

En aquellos momentos tenía un conocimiento creo que firme y modesto en cuanto a la educación y todo lo que conlleva el saber sobre el proceso de E-A, todavía cierta inmadurez y toma de decisiones titubeantes, no tenía ninguna duda, pensaba que sabía todo acerca de la docencia, en pocas palabras creía que todo lo que se hacía en mis clases estaba bien, sin importar nada, no me detenía a pensar con profundidad y menos de tratar de dar solución con cambios de estrategias de forma inmediata.

De igual forma había perdido esa cesación de pertenecer a un grupo de alumnos, y más que pertenecer, creo que asumir el rol de estudiante nuevamente era un reto, pues me encontraba con algunos compañeros que eran mayores que yo, por consecuente con mayor experiencia y conocimiento, lo cual me hizo sentir ese miedo o temor a equivocarse.

En fin, aquel viernes, 9 de septiembre de 2011, 22:21, ya hace 1 año 282 días exactamente, fue decisivo para romper con aquella incertidumbre, pues fue nuestro primer encuentro con el Maestro Víctor Andrade, el cual nos ayudo a entender la plataforma que utilizaríamos, estuvimos sentados por aproximadamente 2 horas, después todos regresamos al pueblo, ¡bueno!... al menos mi compañero Juan Manuel y yo.

Después de eso, fue cuestión de tiempo para sentir el rigor de un trabajo, estricto y disciplinado, en donde teníamos que leer por semana hasta 190 páginas, por los dos lados, analizarlos y relacionarlo con nuestra practica, para después hacer un trabajo que serviría para evidenciar nuestra comprensión sobre la lectura. Este proceso ya lo había realizado en la normal, pero esta vez era un reto personal y sobre todo lucha de ego.

Cabe decir, que no me gustaba leer, lo hacía por necesidad y por condicionamiento, pero al paso del tiempo ya era un gusto, que poco a poco fue ganando espacio al medio de comunicación mas fuerte, que era la televisión, pues llegaba el momento en el que estaba viendo tele y me decía, mejor voy a leer…

Fue el primer cambio que mire en mi persona, el segundo que había mejorado mi redacción, como la coherencia y ortografía en mis textos, con esto no digo que escribo perfectamente, sino que se miro una mejoría, después me di cuenta que ya me hacía preguntas en clases, reflexionaba y trababa de dar solución, con forme lo que había leído, hacia anotaciones, preguntaba a los alumnos, y lo que era mejor, me interesaba mejorar, yo quería que mis clases les gustaran a todos y sobre todo que aprendieran.

Con esto no digo que todo lo que hice dio un cambio radical que mejoro las condiciones de E-A del alumno, es más hasta probamente estaba mejor antes, pero con la diferencia de que hoy ya entiendo un poco más, me interesa convivir con los alumnos y de cierta forma ser parte de ellos, influir en sus decisiones.

Creo que porque tuve la experiencia de saber nuevamente que es ser un alumno, y compartir mis inquietudes con mis compañeros de maestría, nos conocíamos, y hasta sabíamos cuanto durábamos cada uno en hablar cuando teníamos que expresar lo que comprendíamos de las lecturas o simplemente compartiendo nuestras vivencias en el aula, pues todos tuvimos distintos campos de acción, preescolar, primaria, secundaria, telesecundaria.

De manera personal aseguro una madures profesional, de valores y de ética, situación que nos hace ver que avanzamos, para esto recuerdo algo que dije en mi última sesión de la maestría, cuando dije; “no sé si sea bueno o no, pero salí con más dudas de las que tenía cuando entre”, a mi punto de vista creo que es bueno, siempre y cuando trate de responderlas y no solamente las deje así.

 

1 comentario:

  1. Bien, profesor Mario Humberto.

    En este texto se deja ver un proceso de aprendizaje, de asimilación de experiencias y de crecimiento profesional y humano.

    Los frutos de la maestría.

    Y qué bueno que el estudio le abrió dudas. Las preguntas son para caminar. Con puras certezas no caminamos, sólo vemos pasar la vida, enjuciándola. Mejor caminemos, acicateadod por las preguntas.

    Saludos fraternos.


    Hugo Ávila Gómez

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