FORMANDO
“MAESTROS REFLEXIVOS”
Kenneth M. Zeichner y Daniel P. Liston
DOCENTE:
TÉCNICO, PROFESIONAL Ó PROFESIONAL REFLEXIVO.
La práctica docente puede
ser variada dependiendo de las actividades y estrategias que llevemos a cabo,
de acuerdo con Van Manen (1977) podemos
ser técnicos, profesional o profesional reflexivo y los describe de la
siguiente manera[1].
·
Técnico.- Estos tres conceptos del rol
docente son análogos a los tres niveles de reflexión de Van Manen (1977). El
docente como técnico debería preocuparse principalmente por el logro exitoso de
fines decididos por otros.
·
Profesional.- consideraría la justificación
de las acciones del aula y el éxito con que se están cumpliendo los objetivos educacionales.
·
Profesional reflexivo.- se responsabilizaría por
las consecuencias éticas de sus acciones así como por las consecuencias de
determinadas pautas institucionales.
Es indiscutible que las
prácticas del profesional reflexivo son las que deben de prevalecer en nuestras
prácticas docentes pues analiza, critica y reflexiona en base a las
consecuencias éticas de sus acciones, así como las consecuencias de
determinadas pautas institucionales. De esta forma pues es consciente de sus
errores, debilidades, más sin embargo descubre que no todo está perdido, sino que
se él puede hacer mucho o poco de acuerdo a su contexto en el que se encuentre.
Es importante mencionar que
sin embargo las otras dos categorías ( técnicos y profesionales) también forman
parte de nuestra labor y son importantes, pues por ejemplo debemos de conocer
los planes de estudio, los enfoques, la metodología; más sin embargo, como ya
se mencionó, debe prevalecer la del profesional reflexivo, pero ahora la
pregunta es ¿Cómo lograr ser un profesional reflexivo?
¿Qué
es lo que pretenden las reformas educativas actualmente, realmente promoverán
los “profesionales reflexivos?
La situación actual en este
año 2013 en la que nos encontramos los docentes es seria y bastante critica,
años anteriores se vivía en tensión por diversas circunstancias, sin embargo lo
suscitado en este 2013 no tiene precedentes, creo estar casi en tiempos del
“Porfiriato o esclavismo”. Me siento así pues nuestros derechos como
trabajadores de la educación veo que
están siendo pisoteados por nuestras autoridades.
Viendo la situación antes
mencionada aunada a los programas de estudio los cuales los docentes somos los
últimos en conocerlos y los primeros en tener que aplicarlos, me doy cuenta que
las reformas no pretende formar profesionales reflexivos, sino solamente
técnicos y profesionales que “rindan” de acuerdo a las necesidades educativas
nacionales e internacionales. Un profesional reflexivo hasta cierto punto puede
ser catalogado como “peligroso” pues no se dejará manipular tan fácilmente,
analizará antes de hacer, y esto es lógico, no le conviene a los magnates de la
educación, pues éstos lo que quieren son “esclavos obedientes y sumisos”. Claro
que piensan que vuelan con sus cursos y diplomados al sentirse libres, pero que
aterrizan en caída libre en la evaluación externa impuesta desde alguien ajeno,
desconocido y sin tomar en cuenta características contextuales, socioeconómicas
y tipo de escuela.
Referente a los programas de
estudio con las características ya descritas, Zeichner y Liston ven a los
docentes que los aplicamos como “recipientes relativamente pasivos”[2]. Entonces me pregunto
¿realmente nuestras autoridades educativas querrán tener maestros reflexivos o
recipientes pasivos?, ante la sociedad y ante las cámaras podrán blasfemar de
que lo único que les interesa es nuestra profesionalización en pro de la
educación de calidad, más sin embargo una doble mascara, pues en la práctica
sus acciones muestran lo contrario.
Estoy muy de acuerdo con los
autores mencionados en el párrafo anterior, pues afirman lo siguiente “Creemos
que el aprendizaje, tanto para los alumnos como para los docentes, es mayor y
más profundo cuando a los docentes se les estimula a ejercer su juicio acerca del contenido y los procesos de su trabajo
y a brindar alguna dirección a las escuelas en tanto ambientes educativos”[3]. El día que en nuestro
país se nos de esa libertad para hacer las adaptaciones a los programas de
estudio al haber ejercido un juicio acerca del contenido y principalmente, las
evaluaciones sean acordes a las circunstancias en las que se trabaja, habremos
logrado dar un paso hacia la justicia y la equidad, dando como resultado
ambientes laborales libres de tanto estrés, preocupación, trauma, ira; pues
esto lo provocan las evaluaciones ajenas que nos aplican.
¿Cómo
lograr ser profesionales reflexivos en el 2013?
Somos realistas y nos damos
cuenta que para lograr ser un profesional reflexivo no es fácil pues contamos
con muchas barreras o estacas que nos atan o nos mantienen fijos en un punto,
algunas impuestas por otros pero otras adoptadas por nosotros mismos, quizás en
ciertas ocasiones por comodidad. La invitación es pues, que hagamos lo que
tenemos que hacer, pero no porque se nos es impuesto por otros, sino porque
como profesionales lo consideramos pertinente y necesario para nuestros
alumnos.
Las dificultades existen y
están presentes y más en el 2013, pues las evaluaciones y las constantes
amenazas de que si no brindamos una educación de calidad lo sentirán mucho pero
tendrán que prescindir de nuestros servicios, pero la realidad es que podemos
adaptar esos planes de estudio a los intereses y necesidades de nuestros
alumnos, a su contexto, a sus problemáticas, a sus exigencias, lo que llaman Kenneth M. Zeichner
y Daniel P. Liston como el plan de estudio reflexivo, el cual mencionan que “Un
plan de estudio reflexivo no predetermina por completo lo que ha de aprenderse
sino que se nutre de las necesidades e intereses de los docentes-alumnos y de
la recreación de un significado personal por parte de ellos. Un plan de estudio
reflexivo también incluye disposiciones para la “negociación” del contenido
entre los docentes y los alumnos”[4].
En pocas palabras,
analicemos nuestra práctica docente constantemente, reflexionemos, desde
nuestra conducta y comportamiento con nuestros alumnos hasta su construcción de
conocimientos los cuales deben ser no los que me marca en si el plan de
estudios, sino los que yo me propuse que se tendrían que desarrollar en cierto
tiempo, y a partir de esto hagamos lo que sea necesario modificando o adoptando
otras estrategias y actividades a nuestra práctica docente.
BIBLIOGRAFIA
Zeichner Kenneth y
Liston Daniel “Formando maestros
reflexivos”. En: ALLIAUD,
Andrea, y DUSCHATZKY, Laura, Maestros.
Formación, práctica y transformación escolar,
Buenos Aires: Niño y Dávila Editores-Universidad de Buenos Aires, pp. 262-297
Muy bien.
ResponderEliminarEl profesor reflexivo parte de sí mismo: de lo que es, de su identidad original, de las relaciones sólidas que va tejiendo con los sujetos educativos con quienes convive. Las influencias externas son para reforzar y ayudar a crecer. Eso es lo que podemos observar y reflexionar continuamente.