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sábado, 2 de febrero de 2013



De boca en boca…


 Subsede T. García de la Cadena


Es difícil cambiar nuestra forma de pensar, ya que estamos dominados por los medios de comunicación, que son los que enajenan y hacen fanáticos a todo mundo con sus anuncian, ya no distinguimos entre una noticia verídica o un anuncio amarillista degradando la integridad de las personas.

Es cierto que tenemos nuestros defectos como docentes, ¿pero acaso nosotros no podemos cambiar la forma de pensar y de actuar?, nos decidimos a entrar al aula, a guiar a los alumnos, soportar gestos, criticas y hasta insultos en nuestra propia cara, en cambio no podemos levantar la voz para pedir un poco de respeto cuando ya están los mismos padres de familia defendiendo a toda costa la integridad de sus hijos, exigiendo respeto, y pregonando como canción de moda “bullying”, sin ver que no hacen más que estar medio trabajando, medio comportándose, y todo a medias, cuando a los profesores se les exige, temple de acero, trabajo como jornalero, y si no damos el ancho, pues, vienen las críticas de Loret de Mola.

En la introducción del libro Alienación y cambio en la práctica docente, se menciona una reconceptualización, en donde a continuación voy a citar un fragmento que me pareció muy interesante refiriéndose a la práctica docente… “reconceptualizarla sobre las bases antagónicas a las que hegemonizan el actuar del “buen docente””, que quiere decir??? Qué nuestra ideología este en contra de las criticas???, y que cambiemos por superación personal a conciencia???... entonces si es así, creo que debemos de empezar partiendo de nuestra experiencia, como persona o individuo en una sociedad, pues hay veces que entre nosotros como docentes nos criticamos de manera destructiva y no constructiva.

Ideología, valores, comportamiento, experiencia, actitud y aptitudes es lo que a simple vista nos define, pero somos más que eso, pues la base de la sociedad es la comunicación, y platicar con alguien de un tema en común es reafirmas lo que nosotros pensamos, de igual forma dejamos entre dicho cual es nuestra ideología, comportamiento y aptitudes.

A mi punto de vista y sin temor a equivocarme, somos los profesionistas más criticados, por una o por otra cosa, parece ser que debemos de ser perfectos, tener un temple de acero y sabiduría de Mahatma Gandhi, para poder dar los consejos apropiados en el momento apropiado.

Ya que la sociedad nos etiqueten con dogmas complejos que debemos de seguir según su forma de pensar, es cuando nosotros actuamos un poco restringidos, aun que como dice la lectura de Cesar Carrizales Retamoza, donde habla sobre la experiencia, y diciendo de forma acertada, la experiencia orienta nuestras acciones o comportamientos en algunas situaciones.

Es cierto que la experiencia ayuda, aun que hay veces que la realidad rebasa todas las posibilidades, pues a mí me sucedió, ya que en lo personal y a la gran mayoría de mis alumnos unas de las materias preferidas son las ciencias (Biología, Física y Química), entonces con esa afirmación que había presupuesto, entre un dia al salón de clases, con mis alumnos de primer año, en donde estoy fungiendo como docente de Biología, y lo primero que vi fue a una alumna que hizo un gesto de desprecio, y me dice “Ahsss… ciencias???, porque mejor no es matemáticas”, fue cuando me di cuenta, que algo estaba mal, cuando cambio el interés de los alumnos, o yo era muy aburrido???, en fin, me preocupe mucho e inicie a marcha forzada a preparar con más dinamismo mis clases utilizando creatividad, lo cual nos hace pensar en nuestra practica, ayudando a fortalecer nuestra experiencia.

Por lo tanto según mi punto de vista y muy a groso modo, me atrevo a decir que la formación de un docente depende principalmente de la ideología y ética profesional que se tenga, pues la experiencia puede ayudarnos a deducir para actuar a situaciones problemáticas, pero también la experiencia se fortalece con la práctica, a prueba y a error, aun que debemos de tener en cuenta algo, hay muchas personas que no valoran pues piensan que un buen maestro es el que les cuenta toda clases de chistes, no les deja tarea y deja que hagan lo que quieran, pero después al paso del tiempo todo va tomando forma y se dan cuenta de la realidad.

Es difícil aceptar que tenemos un error, sería como aceptar una derrota, pero es mejor preguntar y aceptar los errores que estar siempre cayendo en lo mismo, y sí, realmente no hay mucho de que quejarse; atención esmerada a nuestras conductas, poco reconocimiento, falta de estabilidad y criticas constantes son las ideas que imperan hoy día sobre nuestra profesión.


       




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