¿HACIA
DONDE NOS LLEVAN LAS REFORMAS?
En
mi corta experiencia que tengo como docente (nueve años), en el subsistema de
Telesecundaria, veo que las reformas que se han hecho a nuestro sistema
educativo, lejos de ayudar sólo han devaluado el trabajo docente,
paradójicamente se pudiera hacer una comparación con la devaluación del peso
mexicano. Socialmente se empeña el sistema en devaluar lo que realizamos los docentes días con día en nuestras aulas.
Considero que esto es producto del mal enfoque que los dirigentes de nuestro
sistema han hecho de la calidad educativa, pero una calidad vista desde ángulos
que en ningún momento tienen en cuenta las necesidades sociales “los
conocimientos personales de los docentes y las cualidades de su oficio se
desvalorizan y se reorganizan como habilidades que conciernen al centro
administrativo de la enseñanza” (Popkewitz – Lind). Se exige la calidad pero enfocada
a la cantidad homogeneizante, sin pensar sólo actuar como empleados tendiendo a
una proletarización profesional de los docentes.
¿Pero
hacia donde nos llevan las reformas?
Únicamente
a seguir normas que si se desatienden o no se siguen al pie de la letra, son
causa de sanciones o despidos, se tiende a una simulación de nuestra labor,
docente. Fuera la personalización aquí se apuesta a la producción mecanizada de
una sociedad homogénea, un modelo de ciudadano que produzca y lo haga cada vez
mejor y el docente siempre con la mayor responsabilidad “moldear” y hacerlo
cada vez mejor para que su trabajo sea reconocido y certificado por la clase de
poder (clase hegemónica), mas que por la
Secretaría de Educación.
Todo
se reduce a una ausencia del análisis del trabajo escolar, el mejoramiento
docente es el resultado mecánico de la asistencia a cursos obligatorios como al
que asistí el día 22 de abril a la ciudad de Zacatecas, que supuestamente
estaba preparadísimo para nosotros y al final los psicólogos terminaron
invadiéndonos de responsabilidades que nosotros los docentes tenemos ante la
sociedad, principalmente nos responsabilizaban de la actitud de los estudiante,
de su actuar, que la sociedad pedía agritos que en las instituciones educativas
los docentes promoviéramos los valores.
Los
incentivos y sistemas de ascenso incluyen estrategias que separan a los
individuos con objetividad según el rango mediante la utilización de diversos
sistemas para ordenar, presentar y evaluar el trabajo.
“En este contexto el individuo en la escuela
emerge como un objeto de interés político, económico y científico” (Popkewitz –
Lind) , porque el trabajo educativo responde a intereses e instituciones internacionales como el Banco
Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y la UNESCO por mencionar algunos, estas
instituciones han jugado un papel determinante en los últimos 50 años, en el
análisis y comparación de los sistemas educativos a nivel mundial, pero
erróneamente se quiere generalizar la educación sin tener en cuenta las
características y necesidades de cada país además de que se da mal uso del
presupuesto dedicado a la educación, pero si se exige de nosotros los docentes
resultados y resultados que se puedan comparar con los de países de primer mundo que tienen
material y condiciones adecuadas a su
nivel.
Se
habla de incentivos a partir de pasar exámenes
como los de Enlace o pisa, estandarizados para todos, sin tener en
cuenta que en cada lugar las condiciones son diferentes por ejemplo a las telesecundarias
se les evalúa igual que a las secundarias de organización completa que están en
otras condiciones y el manejo de contenidos varia, esta comparación o
competencia no es justa porque los estándares que se manejan en esos exámenes no concuerdan con lo que se trabaja y se
maneja.
En
lo personal considero que para mejorar
la calidad educativa no vasta con
aumentar el calendario escolar, y reformar los libros de texto cada seis años,
con crear un sistema de exámenes para los estudiantes, con el establecimiento
de sistemas de formación docente a distancia, o crear centros de maestros,
incentivos como Carrera Magisterial u otros, mientras no se tengan en cuenta
las necesidades que realmente tiene la sociedad no hay mucho que hacer y si hay
mucho por que luchar iniciando por la imagen que desvaloriza día a día de
nosotros los docentes en los medios de comunicación y trabajando en nuestras
instituciones teniendo en cuenta lo que realmente necesitan nuestros alumnos,
valorándolos como sujetos ( que piensan y siente), no como objetos ( piezas de
la industria educativa).
Margarita
Magallanes Ríos.
Bibliografía
S. Popkewitz Thomas, Lind Kathryn, Incentivos
docentes como reformas: Trabajo docente y cambio de los mecanismos de control
en educación, Universidad de Wisconsin – Madison, Departamento de Enseñanza
Pública de Wisconsin.
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